Tras una etapa muy complicada, debido a sus problemas de salud, María José Campanario está feliz. Vuelve a ejercer la profesión que le apasiona y para la que tanto empeño puso en prepararse, plantando cara a todos los obstáculos y llegando a tener que estar separada de su familia, durante su etapa universitaria, en Oporto. Muy recuperada de la fibromialgia que la ha llevado a ser ingresada hasta en diez ocasiones en los últimos tres años, la mujer de Jesulín de Ubrique se ha reincorporado a la vida laboral, aunque ahora tampoco lo tiene fácil, tal y como se puede leer esta semana en la revista ¡HOLA!
La odontóloga viaja a Barcelona cada dos semanas para trabajar en una clínica dental especializada en ortodoncia infantil. Y de nuevo, para poder cumplir su sueño, tiene que pagar el precio de separarse de su marido, Jesús, y de sus dos hijos, Julia y Jesús Alejandro, durante unos días. Estamos ante una nueva María José, que afronta este nuevo rumbo de su vida con un estilo diferente, tal y como se puede ver en la revista ¡HOLA! de esta semana que ofrece las fotografías de la castellonense con «total look” de cuero negro, sacando su lado más cañero.
La última vez que vimos en un acto público a Campanario fue hace un mes en la localidad sevillana de Morón de la Frontera, donde su marido toreaba junto a Cayetano Rivera, y Pablo Aguado. Fue una tarde triunfal para Jesulín de Ubrique, que volvía al ruedo tras haber reaparecido el pasado agosto en Cuenca. Hacía ocho años que la odontóloga no iba a la plaza y casi seis meses que no asistí a ningún acto. “Me encuentro algo mejor, aunque los enfermos de fibromialgia nunca llegamos a estar bien del todo” dijo sobre la enfermedad que padece.
En ¡HOLA!, Jesulín de Ubrique y María José Campanario, ni separados ni hundidos
Esa tarde, consciente del enorme esfuerzo que había realizado su mujer al asistir a la plaza, Jesulín tuvo un romántico gesto con ella: le regaló un ramo de flores justo después de cortar las dos orejas en su primer toro. "El hecho de torear el año pasado en Cuenca me motivó para tomar el pulso de lo que quería hacer y cómo lo quería hacer. Y me fui contento, aprobé el examen con una nota relativamente buena", decía meses antes el de Ubrique sobre su decisión de volver a vestirse de luces.
“Los enfermos de fibromialgia no estáis locos, el dolor que se padece es real, aunque no se ve. Desgraciadamente no hay una radiografía o prueba diagnóstica todavía que pueda descartar quien la padece y quien no", aseguró María José Campanario en octubre pasado durante el acto de presentación de la primera gala benéfica por la fibromialgia que tuvo lugar en el sevillano Teatro de Triana. Por favor necesitamos médicos que sean conscientes de que cuando una persona no puede levantarse de la cama y se queja de dolores continuos, eso tiene un nombre y se llama enfermedad. Pedimos a gritos ayuda, somos dos millones de personas diagnosticadas en este país", concluyó María José