Sara Carbonero siempre ha sido uno de los pilares fundamentales en la vida de Iker Casillas y en estos momentos difíciles no se separa de su lado. Nada más conocer la noticia de que su marido había sufrido un infarto, la presentadora se desplazó al hospital CUF de Oporto donde se encuentra hospitalizado y evoluciona favorablemente después de haber sido sometido a un cateterismo. Tras descansar después del susto vivido, este jueves volvía al centro hospitalario y lo hacía en dos ocasiones, las dos conduciendo su coche.
Sara Carbonero recibe la noticia del infarto de Iker Casillas en España
La primera de sus visitas tenía lugar por la mañana. Parapetada tras sus gafas de sol, la presentadora no quiso hacer declaraciones y accedió directamente al garaje del hospital. Poco después, regresaba al centro y lo hacía en compañía de sus dos hijos, Martín y Lucas. Esta vez sí se paraba a hablar con los periodistas allí congregados para compartir sus primeras impresiones tras el susto vivido el día anterior. "No puedo decir mucho. Está bien, muy bien. Está tranquilo, ha estado viendo las noticias y ahora quiere ver a sus hijos", comentó al su llegada la toledana. "Va a quedarse unos días más, no sé cuántos, eso lo dirán los médicos. Por ahora está bien. Está todo controlado y él está bien", añadió respondiendo así a las preguntas de la prensa portuguesa, que ha seguido con mucha atención la evolución de Iker Casillas desde que el miércoles sufriera este susto. Sara Carbonero conseguía franquear la barrera de fotógrafos y cámaras y, tras pedir a los periodistas que le dejaran pasar ya que sus hijos "querían ver a su papá", accedía de nuevo al garaje del centro médico.
Última hora sobre el estado de salud de Iker Casillas: permanecerá al menos tres días en el hospital
La tarde anterior, tanto el portero como su mujer quisieron tranquilizar a sus seguidores compartiendo una imagen en la que se puede ver al jugador del Oporto con muy buen aspecto y sonriendo. También agradecieron las muestras de apoyo y de cariño recibidas a lo largo del día. Aunque Casillas aseguraba que se encuentra "con las fuerzas intactas", toda prevención es poca y aún pasará un mínimo de tres días más ingresado, tal y como ha confirmado un representante del club. Además, debe guardar reposo durante meses y no podrá reincorporarse al trabajo esta temporada.
Mientras continúe el hospital, su esposa no parece dispuesta a dejarle solo ni un instante. Para Sara, que intenta tomárselo con la mejor filosofía posible, se trata de "esa extraña manera de recordarte que hay que celebrar cada latido", tal y como escribió en sus redes sociales una vez que pudo confirmar que todo se había quedado en un susto.
Los hechos ocurrieron la mañana del miércoles cuando Iker Casillas comenzó a sentirse mal tras uno de sus entrenamientos. Después de ser examinado por los médicos del equipo, lo derivaron al hospital, que confirmó que había padecido un infarto de miocardio. Un comunicado del club no tardó en confirmar que tras la intervención se encontraba "bien, estable y con el problema cardiaco resuelto". No obstante, se quedará unos días más ingresado para asegurarse de que la recuperación está siendo realmente efectiva.