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Ya había compartido que tendría que pasar por quirófano para reparar el tornillo que tenía en el fémur, siete meses después de que se lo pusieran. Irene Villa contaba que, tras visitar Tailandia, un viaje inolvidable que no se vio empañado por la rotura del tornillo (que ocurrió justo antes de que se marchara), iba a ser intervenida. Una operación que se llevó a cabo el miércoles en Suecia y que no ha salido todo lo bien que se esperaba, pues la obligará a pasar por quirófano una segunda vez. “Todo lo malo que podía pasar... pasó. Estaba también el tornillo externo roto y fusionado con el interno. Intentaron despegarlo por todos los medios, de ahí el gran dolor que siento, pero no salió todo” explicó Irene. Entonces contó que debe pasar una segunda vez por el proceso, lo que la tenía un tanto desanimada. “Tienen que volver a operarme mañana por la tarde y no me garantizan ni siquiera que podré andar el viernes. Send me energy pelease cos I’m devastated (Mandadme energía, por favor, estoy destrozada)”.
Amigos y seguidores de la psicóloga y periodista le enviaron todo su cariño y decenas de mensajes de aliento que ella quiso agradecer. “Gracias a todos por los preciosos mensajes y ánimos”. Dentro de unas horas, como ha dicho esta misma mañana tendrá que ser intervenida de nuevo y, demostrando su fuerza como siempre ha hecho, tiene un deseo: “En unas horas de nuevo a quirófano y con vuestros maravillosos deseos ojalá sea la definitiva”. También ha contado lo que le han dicho los médicos al ver la rotura del tornillo: “Como me dicen aquí: You are a very active woman (eres una mujer muy activa)”.
Hace un par de días Irene compartía una imagen en la que se la veía con muletas, debido al problema que había sufrido antes de iniciar su viaje a Tailandia. “Así me tuve que ir a Tailandia. ¡A la pata coja! porque el tornillo del fémur, después casi 7 benditos años sin dar problemas, se rompió precisamente el día antes de cumplir este gran sueño de conocer ese apasionante país asiático. ¿Que eso me iba a parar? ¡¡Ni en broma!! Y efectivamente han sido unos días mágicos e inolvidables en un país quizás no tan handicap friendly como España pero friendly & amazing... ¡un rato! Ahora, entre avión y avión para llegar a Gotemburgo, donde paso por boxes cuando el tornillo lo requiere, pensaba en este bonito día que siempre celebré firmando libros: ¡Sant Jordi! Pues a seguir escribiendo cada uno el libro de su vida y a ¡no frenarse por nada! Porque a lo que te resistes... ¡¡persiste!! Mis hijos me han besado ‘el torni’ para que regrese a casa andando de una vez”.
Irene, de 40 años, explicó recientemente que ha contado a sus tres hijos, nacidos durante su matrimonio con Juan Pablo Lauro, lo que ocurrió aquel 17 de octubre de 1991 cuando varios artefactos de ETA estallaron en el madrileño barrio de Aluche. “Sí. Se lo he explicado tal y como ocurrió. A mí nadie me maquilló la vida y soy una persona feliz. No hace falta hacerles débiles y contarles milongas para que no se traumaticen, no sufran, no piensen… Yo se lo he contado tal cual es”, declaró en una sincera entrevista concedida a la revista¡HOLA!
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