Una bomba de ETA le arrancó las dos piernas y tres dedos de la mano izquierda, además de causarle graves heridas por todo su cuerpo. Y aunque su vida dio un giro radical, todo lo que se ha propuesto desde entonces lo ha conseguido gracias a su enorme fuerza de voluntad. Irene Villa es una mujer fuerte que acaba de cumplir un nuevo sueño a pesar de la adversidad. Según ha contado en sus redes sociales, un día antes de viajar a Tailandia sufrió un percance que a punto estuvo de truncar su aventura por el país asiático. "Pues así me tuve que ir a Tailandia... a la pata coja porque el tornillo del fémur, después casi siete benditos años sin dar problemas, se rompió precisamente el día antes de cumplir este gran sueño de conocer ese apasionante país asiático", ha escrito en su cuenta de Instagram. "¿Que eso me iba a parar? ¡Ni en broma!! Y efectivamente han sido unos días mágicos e inolvidables en un país quizás no tan 'handicap friendly' (no tan accesible para discapacitados) como España pero friendly & amazing (encantador y sorprendente) un rato", ha añadido junto a una foto de sus vacaciones.
La periodista y psicóloga tendrá que pasar por el quirófano, tal y como ha explicado, para reparar el tornillo. "Ahora, entre avión y avión para llegar a Gotemburgo, donde paso por 'boxes' cuando el tornillo lo requiere, pensaba en este bonito día que siempre celebré firmando libros... ¡Sant Jordi!! Pues a seguir escribiendo cada uno el libro de su vida y a no frenarse por nada.
Porque a lo que te resistes... persiste. Mis hijos me han besado 'el torni' para que regrese a casa andando de una vez", ha comentado.
Irene, de 40 años, ha contado a sus tres hijos, nacidos durante su matrimonio con Juan Pablo Lauro, lo que ocurrió aquel 17 de octubre de 1991 cuando varios artefactos estallaron en el madrileño barrio de Aluche. “Sí. Se lo he explicado tal y como ocurrió. A mí nadie me maquilló la vida y soy una persona feliz. No hace falta hacerles débiles y contarles milongas para que no se traumaticen, no sufran, no piensen… Yo se lo he contado tal cual es”, declaró en una sincera entrevista concedida a la revista ¡HOLA!. También les ha explicado, de la manera más natural posible, el motivo de sus heridas. “El mayor me preguntó: ‘¿Por qué no tienes pies, mama?’, y fue muy gracioso porque dijo pies", señaló.