No estaba en el terreno de juego pero sí que acudió a la grada para apoyar a su equipo. Sergio Ramos fue un espectador más en el último partido del Real Madrid, un encuentro que terminó con goleada para el equipo blanco, que ganó al Atlético de Bilbao por tres a cero. Desde uno de los palcos del Bernabéu, Sergio animó a los suyos y les dio suerte, acompañado por sus dos hijos mayores, que han heredado de su padre la pasión por el balón. El deportista, además de no perder detalle de lo que sucedía en el terreno de juego, estuvo muy pendiente de los pequeños, Sergio y Marco, a quienes dio la merienda y con los que ejerció de padrazo.
No estaban con ellos Pilar Rubio y el bebé de la casa Alejandro, aunque la colaboradora de El Hormiguero sí que se unió luego al deportista para un plan en pareja. Se fueron por la noche a ver una comedia en el teatro, tal y como reflejaron ambos en sus redes. “Una noche redonda de domingo es ir al teatro y después poder cenar en uno de mis lugares favoritos” escribió Pilar, que indicó cuál es este restaurante que le encanta: el Hard Rock café. Sergio también señaló que había sido una noche llena de risas.
El futbolista ha recordado además estos días a Agustín Herrerín, delegado de campo del equipo madrileño durante 18 años y recientemente fallecido, y ha mostrado cómo sigue entrenado para recuperarse de su lesión en la parte posterior de la pierna izquierda. El próximo mes de junio, Sergio y Pilar celebrarán su boda en Sevilla, tierra natal del futbolista, una ceremonia en la que estarán acompañados por amigos, familia y sus tres hijos, Sergio, que cumplirá cinco años el 6 de mayo, Marco, de tres, y Alejandro, que cumplió uno el pasado 25 de marzo.