La Semana Santa sevillana es una de las más bonitas del mundo. La devoción se nota en quienes se acercan a conocerla o quienes vuelven, un año más, a vivirla y disfrutarla. Es bien conocida la pasión que siente Francisco Rivera por las procesiones y el significado que tiene esta época del año para él que, no solo no se pierde los pasos, sino que además suele salir como nazareno con la Hermandad de la Esperanza de Triana (el Jueves Santo). Es habitual verle en estas ocasiones con su mujer Lourdes Montes y su hija Carmen, a la que le está inculcando el cariño por esta tradición.
Y este año no iba a ser menos. Se le ha visto de nuevo en uno de los balcones que jalonan el recorrido de los pasos, siguiendo atento la procesión, mientras tenía a su niña en brazos. Esta, por lo que parece viendo sus gestos, le hacía preguntas, seguro, sobre lo que estaba sucediendo, pues la música, el pasar de los costaleros y los piropos que lanza la gente al paso de la imagen suelen escucharse claramente. El diestro siente pasión por Carmen y lo demostró con un cariñoso beso en la mejilla. En esta ocasión no se vio a su mujer, Lourdes Montes, con ellos, quizá porque estaba con su bebé, Francisco, que nació hace tres meses, o trabajando en su firma de trajes de flamenca Miabril, que seguro se podrán ver en la feria que está a punto de comenzar.
Ya el pasado Domingo de Ramos, Francisco Rivera y Lourdes Montes pasearon por la capital andaluza con Carmen que, tras caminar un rato, siguió el paseo sobre los hombros de su padre. Seguro que durante estos días les volvemos a ver en alguna de las procesiones. La pareja sigue ultimando los preparativos del bautizo de Francisco, pues su intención es que la celebración sea cuanto antes. "Estamos en ello. Nosotros somos creyentes y hay que bautizarlo ya" comentaron a Europa Press.