La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a Lucía Bosé del delito de apropiación indebida de un dibujo que el pintor Pablo Ruiz Picasso le habría dado en 1963 a Remedios de la Torre Morales, la empleada doméstica que trabajó durante 50 años con la familia Bosé, a la que ellos lamaban 'la Tata', y que falleció el 5 de abril de 1999. La obra en cuestión se titula La Chumbera y fue pintada por el artista malagueño el 12 de febrero de 1963y en la parte de atrás se podía leer la dedicatoria “Para Reme”.
En el juicio, celebrado el pasado 7 de marzo, Lucía Bosé declaró ante el tribunal que “el dibujo no le gustó nada a ‘la Tata’ cuando Picasso se lo entregó” y que 'la Tata' se lo regaló a ella, por lo que siempre lo había considerado de su propiedad. La que fuera musa de Picasso relató que ella y su marido Luis Miguel Dominguín se fueron tres meses a Latinoamerica a una turné de toros, mandando a sus hijos y a la 'Tata' a la casa de Picasso. "Cuando volvimos, nos recibió en su estudio y a la 'Tata' le dio un dibujito en el que le nombraba la churrera mayor por hacerle churros por la mañana", ha contado. "A ella no le gustaba y me lo regaló. Esta es la historia del dibujo". Desde entonces había formado parte de la colección pictórica de la familia Bosé que ha sido expuesta en España, en Italia y en Francia. "Estuvo expuesto en muchos países y nunca lo reclamaron", añadió.
Las sobrinas de Remedios demandaron a la artista alegando que su tía jamás regaló el dibujo a Lucía Bosé y que este formaba parte de sus posesiones y, consecuentemente, parte de la herencia que les correspondía a ellas como herederas. Y aluden que ellas no percibieron nada de dinero de la venta del dibujo, que Lucía subastó a través de la célebre casa Christie's británica el 25 de junio de 2008 por el importe de 198.607 euros.
La Audiencia Provincial ha sentenciado claramente que “Remedios nunca dijo que fuera de ella la obra La Chumbera. Esa obra estaba colgada en la casa y formaba parte de la colección de los Dominguín-Bosé”. Sin embargo, el fiscal argumentaba que, tras medio siglo al servicio de los Bosé, Remedios podía considerar el domicilio de la familia su residencia y en él tenía todas sus pertenencias, incluido el Picasso. Por este motivo, la Fiscalía de Madrid había llegado a solicitar una pena de dos años de prisión, una indemnización y una multa de ocho meses con cuota diaria de 20 euros.
Finalmente, Lucía Bosé ha sido absuelta en una sentencia que no obstante puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo. Su hijo, el cantante Miguel Bosé, compareció en el juicio a través de una videoconferencia desde México, donde reside, y se acogió a su derecho a no testificar, lo que le permite la ley al ser familiar directo de la acusada.