La noche del jueves en la final de GH Dúo ha habido una gran sorpresa para Kiko Rivera, que ha tenido la oportunidad de recibir a su madre en la casa en la que lleva encerrado tres meses. Isabel Pantoja ha entrado en Guadalix ante la sorpresa de su hijo y, cuando se han sentado en el sofá, ya más tranquilos, a hablar sobre el paso del DJ por el concurso ha sido inevitable recordar la sincera confesión del marido de Irene Rosales. Durante el reality el finalista admitió que había sido adicto a ciertas sustancias y que fue su familia, concretamente su madre y su mujer, quienes le habían ayudado a superarlo.
Isabel ha revelado que la noche en la que Kiko compartió la terrible experiencia de su pasado con su adicción, pasó "una noche fatal". "Al mismo tiempo me sentí tan orgullosa...", añadía con ternura explicando que todos sus amigos y conocidos le habían escrito para transmitirle su enhorabuena y mejores deseos para su hijo. "Olé por tu hijo", recordaba la tonadillera con lágrimas en los ojos y con la mano del DJ agarrada con fuerza.
"Lo importante es que mi hijo está bien, que nos costó mucho", ha revelado la tonadillera, emocionadísima al recordar los duros momentos que atravesaron. "Él ha sido igual de fuerte que yo, yo dejé absolutamente todo para estar con él y con su mujer, mi nuera, a la que adoro, a mi Irene de mi alma, y con mis niñas. No me separé de mi hijo ni un solo segundo, ni un solo segundo. Gracias a Dios a día de hoy mi niño está sano", añadía reiterando que "se puede" conseguir la recuperación.