Hace solo unas horas, Gerard Piqué y Lionel Messi aterrizaban en Manchester para disputar su próximo partido de cara a la Champions League. Lo hacían concentrados, con el traje oficial del equipo blaugrana y con una nueva adquisión inmobiliaria cada uno, ampliando así su ya destacado capital.
El catalán reducía su cuenta corriente y engordaba su patrimonio al adquirir un céntrico edificio de Barcelona al fondo hispano-suizo Stoneweg. Tal y como revela el portal Idealista, la compra se habría cerrado por alrededor de 15 millones de euros y permitiría al defensa rehabilitar toda la propiedad, ubicada en el número 79 de la calle Pau Claris, para crear viviendas de alto standing, "ya que el inmueble tiene concedida la licencia para poder llevar a cabo las obras pertinentes", informa la citada web.
El argentino, por su parte, formalizaba la compra del hotel Sea Sun Fona, de cuatro estrellas y situado en la zona de S’Illot, en Mallorca. La operación fue confirmada este martes al diario balear Última Hora por Vicente Miralles, expropietario del negocio. Fue el pasado mes de febrero cuando el astro argentino cerraba esta adquisión, ampliando así su negocio hotelero, pues la sociedad patrimonial Explotaciones Rosotel, incluida en el conglomerado empresarial Limecu España S.L. y cuyo presidente es el deportista, ya cuenta con otros hoteles en Ibiza y Sitges.
De esta forma, ambos futbolistas amplían sus negocios fuera del fútbol. Al margen de lo que han ganado como deportistas y gracias a sus compromisos publicitarios, los jugadores del equipo azulgrana tienen diferentes empresas con las que iniciar una nueva carrera de cara a su futura retirada.