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Eugenia Martínez de Irujo ha vivido un fin de semana mágico. La duquesa de Montoro ha invitado a sus familiares y amigos a la finca de La Pizana, el escenario elegido para celebrar, el pasado mes de septiembre, la puesta de largo de su hija Cayetana Rivera. La gran protagonista de la velada fue María Jiménez, que deleitó a todos los invitados con su magnífica voz mientras Antonio Moya tocaba la guitarra. “Ratitos como este para mí son un sueño. Con María Jiménez en casa y en familia. Mujer irrepetible y que me hace sentir y revivir muchas cosas de mi infancia. Recuerdos maravillosos con todos sus discos. Ella significa mucho para mí. Gracias Maria por estos momentos... Todos en casa te queremos”, publicó Eugenia en sus redes sociales.
© Redes socialesLa artista puso los pelos de punta a los presentes y más de uno se emocionó al escucharla cantar con Mª Eugenia González-Serna, hija del fallecido cantante y compositor Rafael González- Serna. “Mi niña... qué orgulloso tiene que estar tu padre, el gran Rafael González- Serna, escuchándote desde el cielo. No se puede cantar más bonito, mi amor. Gracias porque este momento cantado por ti y María fue muy especial”, dijo la duquesa de Montoro. También asistió a esta reunión la cantaora utrerana Mari Peña, que demostró su buen hacer cantando una bulería.
© Redes socialesLos seguidores de Eugenia la han dado las gracias por compartir estos vídeos en sus redes. Y ella no ha dudado en responderles con grandes muestras de cariño. “Que legado te dejó tu madre con tantísimo arte”, le han dicho. A este comentario se suma otro en recuerdo a la fallecida duquesa de Alba, publicado en el vídeo en el que aparecen bailando Eugenia y Cayetana. “Pedazo de arte la madre y la hija. Eso se lleva en las venas. Dignas herederas de la duquesa de Alba”, escribe un usuario.
© Redes socialesNarcís Rebollo, marido de la duquesa de Montoro, tampoco se perdió la gran fiesta que su mujer dio en la finca de La Pizana, un enclave situado a unos 30 kilómetros de Sevilla que tiene un significado muy especial para Eugenia, ya que fue el regalo de boda que le hizo la duquesa de Alba cuando se casó con Francisco Rivera. Allí pasó sus primeros años como madre. “Esta finca, a la que he venido desde que era una niña a montar a caballo, es un lugar muy cercano”, confesaba a HOLA.com. “Yo nunca había sido muy niñera, pero ahora aprovecho hasta el más pequeño de los momentos para estar con Cayetana”, revelaba.
- HOLA.com entró en exclusiva en La Pizana, escenario de la puesta de largo de Cayetana Rivera
Han pasado los años y Eugenia sigue aprovechando hasta el más pequeño de los momentos para estar con su hija, a quien adora. "Me falta el babero. Muero de amor contigo. Babeando más que bailando. Te quiero", dijo en sus redes sociales junto a un vídeo en el que madre e hija derrochan complicidad mientras bailan una sevillana.
