Las palabras más sinceras de Máximo Huerta tras su dimisión

En una entrevista concedida al diario 'El País', el escritor revela cómo se sintió tras su breve cargo como Ministro de Cultura y Deportes y reconoce que sigue haciendo terapia

Por hola.com

Seis dias duró en el cargo. Maxim Huerta, el ministro más breve de la historia de la democracia, ha roto su silencio en una entrevista concedida al diario El País. En ella se sincera ante lo que fue su nombramiento y su posterior dimisión como Ministro de Cultura y Deportes hace ahora diez meses. "Ha sido como una enfermedad, salvando las distancias: ha habido dolor físico, había y hay médicos, y no encontraba la salida", ha revelado el escritor en su testimonio más sincero. 

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Máximo, como se hace llamar ahora,  tal y como desveló a las cámaras de ¡HOLA!, recuerda los instantes vividos. Reconoce que lo pasó muy mal: "Me quedé solo en el despacho y lloré. Estaba roto", dijo tras anunciar su dimisión. "Uno de los momentos más bonitos que he tenido con mi madre fue la noche en la que dimití, los dos solos. Me quité el traje, apagamos la tele y cenamos frente a frente, sin sonido en el móvil. Luego me rompí", confiesa.  Una experiencia que describe como "algo muy importante en mi vida, aunque, exceptuando la muerte de mi padre, también es lo que más sufrimiento me ha generado.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Elogio de la tranquilidad. 🕊

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 Hasta ahora no había querido hablar sobre su etapa en el Ejecutivo, pero reconoce durante la entrevista que "con un poco de apoyo por parte del Gobierno me habría quedado". Cuando Pedro Sánchez anunció la lista completa de ministros para su nuevo gobierno, para muchos fue una sorpresa que contaran con Máxim. Él era muy consciente de ello. "Yo era fácil de ridiculizar, por venir de la tele, por asuntos varios, como mis tuits cogidos con pinzas donde se interpretó que odiaba el deporte...".

Su reaparición en público fue en los premios Goya del pasado mes de febrero donde presentó el galardón al mejor corto de ficción. “No se preocupen que ya saben que soy breve”, dijo nada más pisar el escenario y recibió una enorme ovación. “Viva el humor, la ironía, la cultura y el cine español”, concluyó. Aquellos aplausos resonaron en su alma. “Me hicieron la mitad de la terapia del psicólogo. Salí como quien sale de unos baños termales", dice.

En esta nueva etapa Máximo no solo escribe, también es pintor. Papel y lápiz fueron sus sus antídotos para regresar, narrando y mostrado su mundo a través de sus obras que expuso en la galería madrileña Échale Guindas. Unas pinturas que transmitían paz, tranquilidad. Poca gente sabía de esta faceta suya tan desconocida como pintor, pero de nuevo regresa  renovado, demostrando que estos últimos meses han supuesto una catarsis en su vida y muy pronto lanzará su nuevo libro, Intimidad improvisada.