La apasionada petición de Kiko Rivera a Irene Rosales a dos semanas de la final de 'GH Dúo'
El matrimonio sevillano se muestra impaciente de poder disfrutar de su intimidad a solas
En la recta final del concurso, Kiko Rivera e Irene Rosales parecen haber dejado atrás sus diferencias de semanas pasadas. Olvidadas sus peleas por temas tan banales como el tomate frito, el matrimonio encara sus últimas semanas en GH Dúo de una manera mucho más optimista y positiva. Son la única pareja original que permanece en la casa de Guadalix de la Sierra desde comienzo del 'reality' el pasado enero, algo muy que ha demostrado que su fuerte unión pero que también ha supuesto una prueba de fuego para su relación al estar obligados a convivir 24 horas al día. Sin embargo, los sevillanos también han acusado una importante pérdida de intimidad al estar en todo momento en el punto de mira de las cámaras y, por supuesto, del público.
En sus tres meses de encierro, el hijo de Isabel Pantoja y su mujer han estado siempre rodeados del resto de sus compañeros y apenas han tenido tiempo para estar a solas y poder mostrarse más cariñosos sin sentirse observados. Una situación que ha llevado al dj a proponer a la madre de sus dos hijas menores solicitar una hora sin cámaras al 'súper', un privilegio del que han hecho uso algunos de sus compañeros, y cuya decisión depende exclusivamente de la dirección del programa. Sin embargo, ella no está demasiado convencida. Una de sus condiciones para entrar en el concurso fue que, por su parte, no iba a haber 'edredoning', una decisión en la que se mantiene firme.
"Vamos a despedirnos con una hora sin cámaras. El público lo quiere", planteaba Kiko en un momento en el que se encontraban a solas en el salón, a lo que su esposa respondía plenamente convencida: "Pero es que el público no tiene que querer nada". A tan solo 15 días de abandonar la casa, Irene también se manifestó impaciente por estar con su pareja en la más estricta intimidad, aunque se muestra dispuesta a esperar hasta la noche de la gran final.
Mientras tanto, los dos aprovechan cualquier momento para demostrarse lo mucho que se quieren, sobre todo, después de su distanciamiento en las últimas semanas. Así se les pudo ver mucho más románticos y cariñosos de lo habitual en una de las fiestas que suelen celebrar. Alegre y desinhibida, la joven bailaba junto a su marido mientras le dedicaba todo tipo de miradas cómplices.