Ismael Serrano: 'Ahora que soy padre entiendo lo que es echar de menos'

El cantautor, que ha concedido una entrevista a HOLA.com, acaba de presentar su primer libro de relatos y mientras tanto continúa con sus conciertos por España y Latinoamérica

por Lara Fernández

Está a punto de cruzar el charco para emprender una intensa gira de conciertos que le llevará por numerosos rincones de Argentina, la tierra que vio nacer a su pareja, Jimena. Pero antes Ismael Serrano ha tenido tiempo de publicar su primer libro de relatos, El viento me lleva, y de dar algún que otro recital en nuestro país. Por si eso fuera poco, trata de exprimir al máximo todo el tiempo que puede junto a su hija Lila, que ya ronda los cinco años. “No es fácil” compatibilizarlo todo, reconoce durante su entrevista con HOLA.com. Porque, a pesar de todo, consigue también hacer un hueco en su apretada agenda para pararse a conversar un ratito con nosotros.

Ismael Serrano debuta como actor en una película argentina

Dos décadas en la música y más de una docena de canciones. Además diriges, escribes poemas y educas a tu hija. ¿Cuál es el truco?

Ese último es precisamente el gran reto y la gran dificultad. Antes de que naciera mi hija Lila yo me iba de viaje durante cuatro meses. Ahora ya no quiero hacer eso. No quiero perderme muchas de las cosas que quiero compartir con ella. ¿Qué cómo lo consigo? Pues como puedo. Intento buscar el equilibrio. Aunque ahora no sé cómo voy a compatibilizarlo con la promoción del libro, mi gira… pero trataré de ir alternando.

Me ha pasado una cosa muy curiosa en este tiempo y es que con mi profesión yo siempre creí que sabía lo que era echar de menos, lo que eran las distancias. Pero era tan sólo un sucedáneo. Ahora sé lo que es realmente. Ahora que soy padre entiendo lo que es echar de menos y entiendo lo que son las distancias.

Al hilo de esto… tu primer libro de relatos es ¡un libro de viajes!

Pretendía ser un anecdotario de mis viajes que reuniera mis vivencias. Pero ha acabado siendo un compendio de historias de gente con la que me he encontrado en el camino y que hablaba de viajes que tenía pendientes. Es un libro de relatos entrecruzados, en el que las vivencias de unos afectan a los otros. Un libro de cuentos que confluyen en uno.

Hay algo que uno trata de hacer cuando escribe canciones y es lo que decía Pessoa: encontrar en lo cotidiano el misterio de lo desconocido. Se trata de contar pequeñas historias que encierran una época en lo cotidiano de la que no somos conscientes. En este libro hay quizás un empeño por abrir una ventana a la esperanza y relatar pequeñas historias que tienen que ver con los sentimientos.

Así que, al igual que en tus canciones, vamos a encontrar un pedacito de Ismael Serrano en este libro

Sí, aunque son mis canciones las que más tienen de autobiográfico porque son un ejercicio terapéutico y uno proyecta sus dudas en ellas. En un relato se usa otro tipo de lenguaje, pero igualmente hay mucho de autobiográfico, sobre todo cuando hablo de vivencias propias, del barrio en el que me crie, Vallecas, de los miedos… es decir, cuando hablo de mí.

¿Hablas de los miedos? ¿De los tuyos?

Por supuesto. Esto se refleja muy bien en el libro. El primero de los relatos, de hecho, es una historia que habla de las despedidas, y precisamente una de las cosas que impone este oficio es el permanente viaje. Toda despedida es difícil y nosotros escribimos para sentirnos acompañados. Uno de esos miedos es, sin duda, el miedo a la soledad. Y, al final del libro, otro relato es el de una violinista que tiende a relativizar el éxito y el fracaso. Ese es otro de los miedos: cuando uno se mira al espejo y no se reconoce.

Pero tu sí lo haces… y además te reinventas constantemente. Ahora le has cogido el gustillo a la escritura. Es tu segundo libro en menos de cuatro años

Sí. Era algo que siempre había tenido pendiente. Me gusta contar historias, me gusta esa tradición oral del juglar que las cuenta y, de hecho, yo lo hago sobre el escenario con mis conciertos, pero es verdad que tenía la cuenta pendiente de poder llegar a escribirlas en un libro. Ahora he abierto la puerta a un terreno que está por explorar y que por supuesto me gustaría continuar explorando.

Y a un trovador y contador de historias como tu, ¿le quedan historias por narrar?

Déjame que te confiese algo. Cuando escribí con mi hermano Daniel la canción Papá cuéntame otra vez lo hicimos como un reproche a nuestros padres, a su mundo tan diferente del nuestro, de aquel que nos tocaba vivir. Ahora, pasados los años, me da por pensar que le reprochábamos el relato edulcorado que nos contaban pero lo cierto es que tenían un relato.

Claro que quedan historias por contar. Hoy en día falta tener un relato propio, que las generaciones futuras asuman el protagonismo que tienen que asumir. Me falta por contar un nuevo relato de unas nuevas generaciones que se responsabilicen y traten de cambiar el mundo para hacerlo un poquito mejor. Eso es lo que quiero narrar.

Siempre has sido considerado un referente de las canciones de autor, de las canciones protesta. ¿Crees que algunos de tus temas podrían reflejar la situación actual? ¿O la que está por venir?

Me preocupan las dos cosas: lo que vivimos y lo que está por venir. Y me preocupa también que hay políticos que están normalizando los discursos de odio y de racismo que creíamos desterrados. Ahora parece que esto adquiere una vigencia renovada. Y creo que los políticos deben buscar soluciones a los conflictos y no avivarlos ni alarmar con ruido solo por una cuestión electoral. Por eso el tema Si se callase el ruido, que canto con Rozalén, podría ejemplificar a la perfección esta situación en la que nos hallamos inmersos.

Hablas de Rozalén, pero hay muchos otros: Marwan, Luis Ramiro, Quique González, Andrés Suárez…  ¿Cómo vives el resurgir de la canción de autor, de estos artistas que siguen tu estela y que están volviendo a popularizar un género que hasta ahora no era mayoritario?

Estoy muy orgulloso porque los conozco a todos. Su éxito demuestra la vigencia de un género y la sensibilidad poética que hay ahora mismo entre la gente joven. Y esto hay que valorarlo muchísimo porque normalmente la canción de autor no tiene las plataformas de difusión más deseadas. Pero afortunadamente siempre existirá alguien que haga la crónica social con un halo poético.


Además de este anhelo, ¿qué otras cosas te quitan el sueño?

Pues aunque suene a tópico, quiero ver crecer a mi hija feliz, con salud. Es un tópico que encierra una gran verdad. También me gustaría seguir como hasta ahora, creciendo junto a mi hija, viajando junto a ella y aprendiendo.

Y te va a sorprender pero, puestos a pedir, quisiera poner en marcha una obra de teatro que tengo. Me encantaría llevarla a los escenarios. El teatro es algo que me apasiona y que me permite hacer una puesta en escena como la que ya hago en mis conciertos. Me gustaría poder hacerla realidad. El argumento puede entenderse como una nueva crítica social: habla de los ciudadanos, de la desconexión que tenemos los unos con los otros. De lo poco que nos escuchamos, hasta el punto de llegar a impermeabilizarnos.  

Más sobre:
Ismael Serrano
Lo último de: Ismael Serrano