Desde que su pequeño Miguel ha llegado al mundo, Ana Boyer y Fernando Verdasco no pueden estar más felices. La pareja ha puesto el broche de oro a su relación con el nacimiento de este bebé que ha llenado de alegría a toda la familia. La hija de Isabel Preysler dio a luz este martes, 26 de marzo, en el Hospital Ruber Internacional de Madrid, y ahora que han pasado unas horas han querido mandar un comunicado en el que informan de que: "Ha dado a luz por parto natural a las 21.00 horas un niño que ha pesado 2,900 kg y ha sido atendida por su ginecólogo, el Dr. Daniel Ordóñez Pérez. Tanto la madre como el recién nacido se encuentran en perfecto estado".
El matrimonio ha estado rodeado de sus seres queridos en un momento tan importante para ellos. Isaber Preysler, que ha permanecido con su hija desde su ingreso, salía de la clínica en la parte trasera de un vehículo oscuro alrededor de las 23:00 horas de la noche. Emocionada de haber conocido a su quinto nieto, daba las gracias a los periodistas que se encontraban en las inmediaciones del hospital tras recibir la enhorabuena por la feliz noticia. Segundos antes, los padres del jugador, José Verdasco y Olga Carmona, salían en su coche. Los recién estrenados abuelos no podían evitar lucir una amplia sonrisa y mostraban su alegría tras el nacimiento del pequeño Miguel, al que han llamado así en homenaje al padre de Ana, Miguel Boyer, que el pasado 5 de febrero habría cumplido 80 años. La misma emoción reflejaba Sara Verdasco, hermana mayor del tenista, que abandonó el hospital conduciendo su popio vehículo.
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La llegada del pequeño supondrá, sin duda, un cambio importante en la vida de Ana, de 29 años, y Fernando, de 35, aunque la pareja confía en poder adaptar al niño a su vida 'nómada'. Así lo explicaba la hija de Isabel Preysler hace unos meses. "La carrera de Fernando depende mucho de cómo esté él físicamente. Ojalá le queden todavía muchos años por delante. Dependerá un poco de eso. Si él sigue jugando al tenis, no quedará otra que seguir siendo igual de viajeros, porque es lo que hay. Cada semana en una ciudad y sin poder volver mucho a casa", decía Ana en las páginas de la revista ¡HOLA!.