Estados Unidos aún está indagando en el caso de los sobornos y fraude universitario que se destapó la pasada semana pero, para aquellos rostros conocidos que se han visto involucrados, no paran de llegar las malas noticias. Es el caso de Lori Loughlin, cuya serie Madres forzosas en Netflix ha decidido prescindir de ella antes de que se resuelva o soluciones lo ocurrido para así evitar que la ficción salga mal parada. Lo mismo ha ocurrido con When Calls the Heart, en la que tenía un papel protagonista. Los productores han revelado que están realizando "restructuraciones" para poder continuar la trama sin tener que cancelarla.
"Gracias por vuestro amor, apoyo y paciencia en estos últimos días, en los que hemos estado especialmente preocupados por las noticias de Lori Loughlin y su familia, y las decisiones que nuestros compañeros de Hallmark Channel USA necesitan hacer", aseguraba un comunicado publicado en las redes oficiales de la serie firmado por Brian Bird y el resto de productores ejecutivos de la ficción. "Como os podéis imaginar, todo el mundo que trabaja en When Calls the Heart se sorprendió al conocer la noticia, así que esperamos que nos perdonéis por mantenernos en silencio mientras decidíamos cómo responder", añadían.
"En cuanto al programa, sabemos que millones de fans se están preguntando qué pasa ahora. Déjanos decirte que esta serie siempre ha sido más que la suma de sus partes y no ha sido cancelada. Con el apoyo de la cadena nos hemos sumergido en un parón creativo para hacer una restructuración de los episodios que quedan de la sexta temporada. Ese proceso ya ha empezado y Hope Valley volverá a tu televisión tan pronto como podamos", rezaba el comunicado.
Además, en un comunicado que ha publicado la empresa audiovisual que incluye a la cadena, aseguraban que cortaban todos los lazos con Lori Loughlin, no solo en When Calls the Heart sino también en una tercera producción, Garage Sale Mysteries, una serie de películas cuyo primer tomo se estrenó en 2013.
Los documentos judiciales obtenidos por The Hollywood Reporter señalaban a Lori Loughlin y Felicity Huffman, entre otras 50 personas que ahora están señaladas como parte del mayor fraude universitario ocurrido en el país. En la lista figuran conocidos empresarios, así como varios entrenadores, a los que se les acusa de haber participado en sobornos para que sus hijos ingresaran en universidades de élite como Yale, Stanford, Georgetown o la Universidad de California, en Los Ángeles. Los implicados pagaron, supuestamente, grandes sumas de dinero para que sus hijos entrasen en estos centros de gran prestigio.