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La Audiencia de Madrid ha juzgado este jueves a la actriz Lucía Bosé, acusada de apropiación indebida de un dibujo de Pablo Ruiz Picasso que pertenecía a una antigua empleada del hogar suya que había fallecido, por lo que la Fiscalía pide que sea condenada a dos años de prisión. El tribunal había fijado el comienzo de esta vista para el pasado 5 de noviembre pero ese día decidió su aplazamiento tras aceptar la petición de la acusación particular, ejercida por las dos sobrinas de la citada empleada del hogar, de que fuese citado como testigo el cantante Miguel Bosé, hijo de la acusada.
A primera hora de la mañana Lucía Bosé, de 88 años, llegaba a la Audiencia Provincial de Madrid acompañada de sus abogados. Vestida con un abrigo de piel y un jersey azulón a juego con su pelo, Lucía se ha sentado en el banquillo de los acusados. A las diez y media de hoy ha comenzado el juicio en el que se le acusa de un delito de apropiación indebida, por el que la Fiscalía solicita que sea condenada a dos años de cárcel y a una multa de 4.800 euros, además del pago de la indemnización que corresponda. Miguel Bosé ha testificado a través de videoconferencia en horario de tarde debido a la diferencia horaria con su país actual de residencia, México, aunque se ha acogido a su derecho a no testificar, lo que le permite la ley al ser un familiar directo.
La actriz ha negado en el juicio haberse apropiado de un dibujo de Pablo Ruiz Picasso y ha asegurado que su empleada del hogar, a la que llamaban la 'Tata', se lo regaló antes de fallecer ya que aunque se lo había dedicado el pintor malagueño a ella no le gustaba. La que fuera musa de Picasso ha relatado que ella y su marido Luis Miguel Dominguín se fueron tres meses a Latinoamerica a una turné de toros, mandando a sus hijos y a la 'Tata' a la casa de Picasso. "Cuando volvimos, nos recibió en su estudio y a la 'Tata' le dio un dibujito en el que le nombraba la churrera mayor por hacerle churros por la mañana", ha contado. "A ella no le gustaba y me lo regaló. Esta es la historia del dibujo". Desde entonces ha formado parte de la colección pictórica de la familia Bosé que ha sido expuesta en España, en Italia y en Francia. "Estuvo expuesto en muchos países y nunca lo reclamaron", añadió. Después de más de dos horas de vista oral, Lucía Bosé ha abandonado los juzgados.
El Ministerio Público, en sus conclusiones provisionales, ha relatado que Lucía Bosé convivió en su domicilio de Madrid con su empleada doméstica, Remedios T.M., hasta el fallecimiento de ésta el 5 de abril de 1999. Y ha añadido que tras cincuenta años a su servicio, y como dicho domicilio era su lugar de residencia, Remedios tenía todas sus pertenencias en él, entre las que se encontraba el dibujo de Pablo Ruiz Picasso. En la parte posterior del dibujo hay una dedicatoria del pintor en la que se puede leer "16-2-63" y "para Reme".
El fiscal ha agregado que la acusada hizo suyo el dibujo disponiendo del mismo para su venta en una subasta el 25 de junio de 2008, en la que alcanzó el precio de 198.607 euros, y jamás entregó este dinero a las herederas de Remedios, sus dos sobrinas Remedios y María Pilar. La fiscal pide para Lucía Bosé dos años de cárcel por apropiación indebida y la restitución de los casi 200.000 euros de la venta del dibujo a las legítimas herederas de "la Tata".
Antes de finalizar el juicio, la presidenta del tribunal ha dado el turno de palabra a Lucía Bosé, que ha destacado que “no se han dicho más que mentiras. Yo no soy una ladrona para quedarme una cosa que no es mía. Si el torero me hubiese regalado una esmeralda ¿tenía que haberle hecho poner por escrito que era de mi propiedad? A mí me lo dieron y por eso lo vendí. ¿A estos años voy a ir yo a la cárcel?”.
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