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Liam Hemsworth levanta suspiros allá donde va. Es uno de los actores más atractivos, carismáticos y con mayor sentido del humor del panorama internacional – con permiso de su hermano Chris-. Su más de metro noventa de altura, sus ojos azules y su pelo rubio perfectamente (des)peinado lo convierten en todo un rompecorazones; es el príncipe azul de película con el que aún siguen soñando miles de mujeres en todo el mundo. Una imagen que precisamente se encarga de encarnar a la perfección en la última película original de Netflix ¿No es romántico?, que, tras estrenarse el pasado 13 de febrero en Estados Unidos, acaba de ser colgada en la plataforma en el resto de países en los que opera la empresa de entretenimiento online.
© GtresonlineUna comedia romántica en la que Liam da vida a Blake, un atractivo joven que 'volverá loca' a la protagonista de esta historia. Un chico perfecto que, por según los estereotipos y estigmas establecidos por la sociedad, no tendría por qué fijarse nunca, y mucho menos enamorarse perdidamente, de una mujer como Natalie (Rebel Wilson), una arquitecta neoyorquina que se esfuerza a diario por no ser invisible para la gente y a la que su madre, desde que era pequeña, le enseñó a no creer en el amor por ser diferente a las chicas de Hollywood. Un día, Natalie es víctima de un atraco que la deja inconsciente. Al despertar, descubre que su vida se ha convertido repentinamente en la peor de sus pesadillas: una comedia romántica de la que ella es la protagonista y en la que Liam Hemsworth se convertirá en su príncipe azul. Una desternillante historia en la que todo parece haber sido edulcorado y adornado con un "filtro de belleza", que se ríe de las películas románticas convencionales y que lanza importantes mensajes de autoconfianza y autoestima a los espectadores.
© GtresonlineEn ¿No es romántico? también aparecen, entre otros, Adam Devine, en el papel del mejor amigo de Natalie, y la actriz Priyanka Chopra, que encarna a una modelo y embajadora de yoga. El filme se empezó a grabar en el verano de 2017 en la gran manzana, donde Liam Hemsworth y Rebel Wilson fueron vistos rodando algunas de las escenas principales la nueva comedia de Netflix, que ya prometía ser todo un éxito.
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