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Tenía solo 11 años cuando comenzó la vorágine de Harry Potter para Daniel Radcliffe, y reveló por primera vez en 2012 que la fama le superó hasta tal punto que recurrió al alcohol. "La manera más rápida de olvidar que me estaban observando era emborracharme mucho", ha explicado el actor en una entrevista con el fotógrafo y director estadounidense Sam Jones. "A medida que vas embriagándote te das cuenta de que te miran porque estás bebiendo, así que bebes más para poder ignorarlo", continuaba. Lo cierto es que la atención pública puede afectarte profundamente, algo que le ha pasado a tantos otros actores y músicos jóvenes, "sobre todo porque se espera que deberías estar contento todo el rato".
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Radcliffe, que interpretó al conocido mago adolescente durante 11 años, explicó que las circunstancias te hacen sentir que no puedes estar de mal humor. "Tienes un gran trabajo, dinero, parece que no tienes derecho a no estar emocionado constantemente por tu vida. Eso también es presión. De repente empiezas a sentir que si sientes tristeza, una emoción humana, es que lo estás haciendo mal, que no se te da bien ser famoso", insiste el intérprete. Desde el final de la saga, el actor ha cogido otros papeles con los que intentó romper con el pasado, pero sigue siendo recordado como Harry Potter.
Parte de su problema con el alcohol venía del estereotipo que tenía de su propia profesión. "Sentía que los actores eran borrachos muy guays", admitió. "Tenía que estar a la altura de esta extraña imagen que tenía en la cabeza de lo que significaba ser un artista famoso". Le costó años salir de ese ciclo tóxico, y también varios intentos. Sus amigos le ayudaron pero era su propia decisión y necesitaba darse cuenta él mismo.
En 2012 anunció su lucha contra el alcohol y que estaba sobrio, llegando incluso a bromear sobre el tema en 2014, cuando durante una entrevista se autocalificó como "un borracho muy pesado, gritón e inapropiado". Ahora dice no echarlo de menos y empatiza con otras estrellas infantiles cuyas adicciones públicas marcaron sus años de adolescencia. "No hay una guía para empezar joven y saber hacer las cosas bien", replica Daniel, que defiende a Justin Bieber, sus errores y las locuras que se han publicado sobre él porque no sabemos cuáles son sus circunstancias.
Su complicada relación con el alcohol, sin embargo, nunca le distrajo cuando estaba trabajando. "Incluso en mis momentos más bajos seguía adorando mi profesión y me encantaba ir al set de rodaje", confiesa durante la entrevista. "Nunca dejé que mis cosas afectaran a la grabación. Nunca pensé 'oh, ojalá no fuera Harry Potter'".
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