El pasado mes de septiembre, durante su último Informe de Gobierno en Palacio Nacional, el entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, inició su discurso con un cálido agradecimiento a su esposa, Angélica Rivera, sentada en primera fila junto a algunos de sus hijos. “Quiero dejar constancia de mi profunda gratitud, en primer lugar a mi esposa Angélica, por la compañía, la fortaleza y el apoyo permanente que incondicionalmente me ha dado. Muchas gracias, Angie”. Ella le agradeció el gesto con una sonrisa. Días después, se les volvió a ver, felices y cómplices, durante la ceremonia del Grito en el balcón principal de Palacio Nacional, y al día siguiente, durante el tradicional Desfile Militar. Sería la última vez que se les vería juntos públicamente en el mandato.
Nadie hacía presagiar entonces que el fin de su matrimonio estaba cerca, pese a los rumores de separación que los acompañaron en los últimos tiempos y a los que ellos hicieron oídos sordos mientras continuaban con los viajes de Estado, los actos oficiales y sus reuniones familiares. Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera consiguieron unir dos familias en una sola, propiciando así los lazos de unión entre los hermanos. “¿A qué atribuyo nuestra unión? A las experiencias que hemos vivido como familia, y al amor y al respeto que siempre nos hemos tenido. Somos hermanos, pero también muy amigos”, dijo Paulina Peña Pretelini en una entrevista a ¡HOLA! días antes de abandonar la residencia oficial.
Las primeras alarmas
El pasado mes de octubre, el periodista Salvador García Soto hacía saltar todas las alarmas en su columna de El Universal, asegurando que la separación de la pareja era un hecho. Se había dicho tantas veces y, sin embargo, esta vez parecía que iba en serio. Horas después, Sofía Castro, hija de Angélica Rivera, desmentía la noticia: “No es verdad. Lo único que puedo decir es que mi mamá y Enrique (Peña Nieto) están más felices, más unidos y más guapos que nunca”. Cuando el rumor parecía apagarse, llegó el 1 de diciembre de 2018, fecha en la que el exmandatario entregaría la banda presidencial a su sucesor, Andrés Manuel López Obrador. Sorprendió entonces ver a Peña Nieto saliendo solo de su casa, ubicada en las Lomas de Chapultepec, para asistir a la solemne ceremonia en el Palacio Legislativo de San Lázaro.
La imagen distaba mucho de la protagonizada seis años antes, el 1 de diciembre de 2012, cuando el entonces presidente Peña Nieto pronunció su primer discurso y en primera fila lo escuchaba atentamente su mujer, aquella que en diciembre de 2010 había tomado una decisión: retirarse definitivamente de las telenovelas para dedicarse a “esta gran responsabilidad al lado de él: dedicarme a mi casa, a mis hijos”.
‘La Gaviota’, su emblemático personaje en Destilando amor, se despedía de los rodajes para comenzar una nueva vida. En aquel momento, Angélica Rivera sabía que el camino no sería fácil. Lo que no sabía era que aquella aventura en pareja terminaría en separación. Sofía Castro le enviaba entonces a su madre un mensaje que muchos supieron leer entre líneas: “Solamente tú sabes tu propia historia y lo vivido durante este tiempo. Sigue volando ‘Gaviota’, con esas alas tan grandes que tienes”.
¿Qué queda de su relación?
Dos meses después de terminar su mandato como presidente de México, Enrique Peña Nieto ha vuelto a los titulares, tras la publicación de unas fotografías en las que se le ve conversando con la modelo Tania Ruiz y otras personas, en una calle de Madrid. Unas fotos que no dicen nada por sí solas, pero que han desatado nuevos rumores en torno a su matrimonio. Sin embargo, según han confirmado a ¡HOLA! México fuentes muy cercanas al matrimonio Peña Rivera, la pareja se separó en diciembre, en los mejores términos, por lo que decidieron acudir juntos, el pasado 11 de enero, al funeral del exgobernador Alfredo del Mazo González, gran amigo de ambos.
También hemos podido confirmar de fuentes fiables que Enrique Peña Nieto reside en México con sus hijos -no en Madrid, como se ha dicho-, mientras Angélica Rivera pasa largas temporadas con sus hijas Sofía y Regina (Fernanda estudia Música en Boston) en la residencia que su exmarido, José Alberto ‘El Güero’ Castro, alquiló para sus hijas en Los Ángeles, y visita regularmente Miami y la Ciudad de México, mientras planea sus próximos pasos en solitario. Si regresará o no a los escenarios, es algo que solo el tiempo lo dirá. Lo cierto es que su historia de amor, que ambos sellaron con una romántica ceremonia en la Catedral de Toluca, el 27 de noviembre de 2010, parece haber llegado a su fin.