Dieta saludable y ejercicio físico. No cabe duda de que esta es la fórmula de un estilo de vida saludable al que, afortunadamente, cada vez son más los que se apuntan. Es el caso de Alberto Chicote, quien decidió radicalmente romper con sus malos hábitos y no deja de sorprender con su nueva y estilizada imagen. Tanto es así que, en su última aparición pública, la gala de los Premios Cocinillas organizados por el periódico El Español, el chef más televisivo de nuestro país se ha vuelto a convertir en el centro de atención, dejando claro que no ha bajado la guardia y que continúa en 'guerra' con los kilos.
La trasformación física del cocinero comenzó en junio de 2017, cuando aceptaba el reto del programa En forma en 70 días. En poco más de dos meses, consiguió recuperar su forma física gracias al deporte combinado con una dieta y perder hasta 20 kilos. Sin embargo, lejos de volver a los hábitos perjudiciales con el fin del programa, Alberto siguió por el buen camino y se enganchó por completo a este estilo de vida saludable. ¿El resultado? 32 kilos menos y una imagen irreconocible, especialmente en el rostro. No obstante, no ha sido el único maestro de los fogones que ha decidido romper con su aspecto del pasado.
David Muñoz es otro de los chefs que está irreconocible. Desde que encontrara en el running su segunda gran pasión después de la cocina, el marido de Cristina Pedroche ha conseguido bajar 36 kilos. "A la izquierda, hace 5 años cuando 'comía como un cerdo' y no hacía deporte. A la derecha, en la actualidad, 'comiendo como un cerdo' e intentando correr como un galgo", escribía el tres estrellas Michelin junto a una imagen en la que mostraba su sorprendente antes y después. Además del deporte, el líder de DiverXo presta mayor atención a su dieta y los resultados son más que evidentes.
Paco Roncero también es adicto al deporte. A pesar de que muchos asocian la imagen del cocinero al de una persona delgada y musculada, la realidad es que el dos estrellas Michelín pesaba 112 kilos hasta hace unos años. Tal y como ha revelado en más de una ocasión, el estrés en su trabajo fue el culpable de que llegara a coger más de 40 kilos. No obstante, el madrileño, que es uno de los máximos representantes de la cocina de vanguardia española, comenzó a comer con coherencia y fue perdiendo peso paulatinamente. La gran transformación del cocinero empezó en 2009, cuando se calzó unas zapatillas y comenzó a correr. Desde entonces, al igual que muchos compañeros de profesión, no se ha alejado del asfalto y ha transformado por completo sus hábitos y, por consiguiente, su imagen y salud.