Con 11 nominaciones y 3 premios, podemos afirmar que Penélope Cruz es una de las grandes veteranas de los Goya. La actriz posee un palmarés envidiable y un renombre internacional más que merecido, por lo que no resulta extraño que año tras año se convierta en una de las más buscadas en la alfombra roja de estos premios. Esta vez, además, vuelve a optar a un 'cabezón' por su papel en Todos lo saben, película en la que trabajó de la mano de su marido, Javier Bardem. A su llegada a Fibes, la actriz ha posado junto a su adorado Pedro Almodóvar, volviendo a hacer gala de su característica sofisticación y elegancia. Para la que es su undécima gala en calidad de nominada, la madrileña ha apostado sobre seguro al apostar por un diseño de Chanel, casa de la que es embajadora.
En esta ocasión, la madrileña ha prescindido de las faldas voluminosas que se habían convertido en sus indispensables últimamente y ha preferido escoger un modelo entallado. En concreto, se ha enfundado un vestido de cuello halter, escote en 'V' y falda laminada de corte sirena confeccionado en un tejido gris perla de efecto satinado. Para enmarcar su figura, ha agregado un cinturón de un tono ligeramente más claro, a juego con su bolso de mano rígido firmado por Jimmy Choo, al igual que las sandalias.
Ha completado el look con piezas de joyería de Atelier Swarovski, una casa con la que también ha colaborado. En concreto, ha optado por unos pendientes largos creados con una cascada de cristales y anillos a juego. En cuanto al look de belleza, ha despejado su rostro mediante un pulido recogido y ha enmarcado su característica mirada castaña mediante sombras en tonos oscuros.