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Han pasado casi tres meses desde que la empresaria Esther Koplowitz le cediera el título de marquesa de Casa Peñalver a su hija, Esther Alcocer Koplowitz. El Boletín Oficial del Estado (BOE) hizo entonces pública la solicitud de la designación por parte de la presidenta de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), quien aspiraba a convertirse en aristócrata, siempre y cuando no existieran alegaciones por parte de los que se consideraran perjudicados por la resolución oficial.
Pues bien, esta misma semana, el BOE ha oficializado, más si cabe, esa designación nobiliaria de Esther Alcocer Koplowitz al publicar una nueva disposición en la que se recoge que el Ministerio de Justicia ha expedido Real Carta de Sucesión en el título de Marqués de Casa Peñalver a favor de la hija mayor de Alberto Alcocer, eso sí, previo pago del impuesto correspondiente, que según se desprende de los datos que maneja la Diputación de la Grandeza, se cifra en 2.726 euros.
Con este edicto Esther Alcocer Koplowitz al fin logra lo que tanto tiempo llevaba intentando: convertirse en aristócrata gracias al título de marquesa de Casa Peñalver. En su caso, el conocido refrán de 'a la tercera va la vencida' parece cobrar sentido, pues hasta en dos ocasiones había intentado ostentar designaciones nobiliarias -el condado de Santa María de Loreto y el marquesado de Arcos, tras el fallecimiento de su titular, Mercedes de la Torre y Alcoz-, aunque en esta lid no tuvo tanto éxito, ya que la justicia rechazó su reclamación y resolvió en favor de otro familiar.
La presidenta de Fomento de Construcciones y Contratas está casada con el empresario Pablo Santos Tejedor desde el año 1993. Con él tiene tres hijos, Alicia, Esther y Pablo. Licenciada en Derecho y con un máster en Administración de Empresas por el IESE, Esther Alcocer Koplowitz, quien tiene dos hermanas más pequeñas, Alicia y Carmen, mantiene una excelente relación con su madre.
Hace solo unos días, madre e hija disfrutaron de los paisajes invernales en la estación de esquí de Baqueira Beret, en el pirineo leridano, destino en el que fueron fotografiadas y cuyas imágenes publicó la revista '¡HOLA!'. Perfectamente equipadas para la ocasión, las dos se dejaron ver con monos de esquí y botas de nieve mientras daban un paseo por la estación. Esther Koplowitz y su hija disfrutaron así de una relajada escapada en la que compartieron confidencias y aprovecharon el tiempo libre.
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