El segundo episodio de audiciones a ciegas de esta semana de La Voz vuelve a dejar numerosas sorpresas. Los 'coaches' del programa regresaron a plató para deleitarse con la música de una nueva tanda de aspirantes, que dieron lo mejor de sí mismos y consiguieron crear un ambiente mágico en el espacio de Antena3. Cada día se nota más cómo Pablo López, Antonio Orozco, Luis Fonsi y Paulina Rubio miden más sus acciones y tratan de seleccionar con especial cuidado a los artistas que quieren que formen parte de sus respectivos equipos. En estas octavas audiciones, Pablo ha dejado de ser el gran protagonista y solamente ha conseguido sumar una voz a su formación. Paulina y Luis Fonsi también han incorporado solamente un nombre a sus equipos, mientras que Antonio Orozco suma dos nuevos candidatos a su agrupación. Los marcadores empiezan a igualarse con Pablo con 11 de 15 artistas a su espalda, Luis Fonsi y Antonio Orozco con 10 cada uno y Paulina con 9.
Adriana Rosa
La noche empezaba cargada de buenas vibraciones. Adriana Rosa se subía al escenario consiguiendo que el público y los jueces bailasen desde sus asientos cuando empezaron a sonar los primeros acordes de Is this love, de Bob Marley. Antonio y Paulina se dieron la vuelta segundos después de que la cantante empezase a cantar reggae. Con un cambio de registro que dejó sin palabras a propios y extraños, se trataba la tercera vez que la artista probaba suerte en una edición de La Voz, aunque en ninguna de las otras ocasiones consiguió terminar los castings. Adriana entró finalmente a formar parte del equipo del catalán.
Javi Moya
Una mezcla de rock, flamenco y soul, Javi Moya entró pisando fuerte con una original versión de la canción Contigo de Joaquín Sabina. Los 'coaches' masculinos no dudaron en 'pelear' por el artista y apretaron 'rápidamente' el pulsador para darse la vuelta. "Parece mentira, pero vas cumpliendo años y que la música vuelva a regalarme otro momento único…", decía visiblemente emocionado y con lágrimas en los ojos el cantante tras terminar su actuación. Antonio Orozco, que reconocía haberle visto actuando en los bares alguna vez que otra, se deshizo en halagos hacia Moya, que finalmente terminó entrando a formar parte de su alineación.
Apryl Scemama
Apryl llegó de Francia dispuesta a cautivar a los jueces con su dulce voz. La cantante realizó una versión del tema Comme d' habitude, de Claude François (que más tarde sería adaptada al inglés para Frank Sinatra como My Way). En los últimos segundos de su actuación, Pablo y Antonio se dieron la vuelta, aunque finalmente la joven se decantó por el malagueño, al que se dirigió en su idioma natal.
Marcelino Damion
Marcelino realizó una de las interpretaciones más emocionantes de la noche. Con una versión del tema Jealous de Labrinth. Un tema con el que consiguió levantar al jurado y recibió un tremendo aplauso por parte del público. "Sí, señor. Así se canta", decía Luis Fonsi al término de la actuación del sudafricano. Para mí Jealous lo es todo. Me encanta tu estilo, yo vengo de ahí, del R&B, del soul. Me identifico al 100% con lo que acabas de hacer", decía. "Los grandes productores de la historia de la música necesitaron 1 segundo para darse cuenta del talento de un artista sobrenatural, como tú. Lo mismo que he necesitado yo esta noche contigo. He flipado", añadía Orozco. El cantante de Despacito volvía a intervenir antes de que Marcelino se decantase por uno u otro asegurando que veía en su figura al próximo ganador de esta edición. "Nos están haciendo un montón de entrevistas estos días y nos preguntan 'qué buscas en La Voz'. Muchas veces nos cuesta mucho decir exactamente qué es lo que estamos buscando. A partir de ahora cuando me lo pregunten voy a responder '¿sabes lo que busco? A Marcelino'. Vas a ser el ganador de esta edición de La Voz" se atrevía a augurar.
Ángel Cortés
Ángel ha sido el primer y único artista de esta entrega que se atreve a cantar ópera. Cortés cantó Una furtiva lágrima, pieza de la obra de Donizetti L’elisir d’amore. "Estoy muy emocionada de tenerte para mí sola y de que estos tontos no se dieran la vuelta ante algo tan hermoso como tu voz", decía señalando a sus compañeros. "Me has cautivado. Ángel, vienes del cielo, eres un ángel. Me encanta tener un tenor en mi equipo. Quiero que llegues a morir conmigo y quiero hacerlo todo por ti para sacar el disco que tu sueñas".