La sincera confesión de Manuel Carrasco en el mejor momento de su carrera

El cantante onubense Manuel Carrasco se convertirá en el primer artista español en confirmar un concierto en el Wanda metropolitano, escenario al que se subirá el próximo 29 de junio de 2019 en un concierto que formará parte de su próxima gira, La cruz del mapa. Tras un tiempo de descanso, Carrasco vuelve a reunirse con sus fans después de arrasar con Bailar el viento Tour, del que se vendieron más de 300.000 entradas en todo el país, y en el que destacó el show histórico que ofreció en La Cartuja de Sevilla, al que asistieron 45.000 personas. 

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“El último disco había funcionado tan bien, que me hizo darme cuenta de que debía preparar muy bien el próximo”, ha dicho en una entrevista concedida a El País. Para ello, se alejó de los medios durante un año y aprovechó para formar una preciosa familia junto a la periodista Almudena Navalón, con quien acaba de casarse. El matrimonio está más feliz que nunca y disfruta al máximo del cuidado de su hija Chloe, nacida el 9 de junio de 2017. 

El cantante, de 38 años, presume de una gran carrera artística, sin embargo, su trayectoria no ha sido un camino de rosas. Se dio a conocer en la segunda edición de Operación Triunfo tras quedar en segunda posición. “Fue un momento muy importante en mi vida, pero lo que vino después fue muy complicado porque me sentí muy solo”, ha asegurado en dicha publicación. “Tenía un contraste muy raro, porque era un artista muy mediático por haber salido en televisión, pero luego poca gente me escuchaba”, ha añadido. 

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Manuel Carrasco se mantuvo fiel a su estilo con su primer disco, Quiéreme, con el que recorrió pequeñas salas de conciertos. Fueron tantas las dificultades, incluida la fría acogida de los artistas ya consagrados que miraban por encima del hombro a los concursantes de Operación Triunfo, que estuvo a punto de tomar una drástica decisión. "Ahora el tiempo me ha dado la razón, pero en algunos momentos me planteé dejar la música”, ha confesado. 

La cruz del mapa es su octavo álbum de estudio y el décimo de su carrera. El disco ha sido grabado en los míticos estudios británicos de Abbey Road, donde se fraguó la leyenda de The Beatles, algo que supuso "un sueño" para el músico. Con la grabación del disco en los estudios de Abbey Road, se une a artistas españoles que han elegido esas instalaciones para trabajar como Duncan Dhu, Mecano o Pablo Alborán, mientras que a nivel internacional han pasado por allí artistas y grupos de la talla de Michael Jackson, Madonna, U2, Amy Winehouse, Iron Maiden o Freddy Mercury.