El 14 de abril de 1931, Alfonso XIII tuvo que salir del Palacio Real (y de España) por la llamada Puerta de Incógnito, la puerta secreta que comunicaba el antiguo Alcázar de Madrid con el Campo del Moro. Dos días después, el rey entró al hotel Le Meurice, uno de los más lujosos y antiguos de París, por la puerta grande, rodeado por una multitud monárquica que gritaba: "¡Viva el rey, viva España!"
Durante los primeros días de su exilio, la familia real convirtió este hotel con vistas al jardín de las Tullerías en su hogar lejos del reino. La elección de Le Meurice como primera escala tenía su razón de ser. Alfonso XIII fue su mejor huésped y cliente, y también fue uno de los responsables de convertir este establecimiento en el preferido de la realeza europea. Estaba tan encaprichado con el hotel que, cuando todavía era rey, mandaba traer los muebles de Madrid para sentirse como en casa. Solía ocupar la suite 106-108, y, tras la proclamación de la Segunda República, siguió hospedándose en esas habitaciones, pero bajo el nombre de “duque de Toledo”.
Casi 90 años después, Le Meurice sigue siendo el hotel fetiche de los “royals”. Tatiana Santo Domingo, mujer de Andrea Casiraghi y nuera de la princesa Carolina de Mónaco, lo ha elegido esta semana para presentar la nueva colección de su firma de ropa, Muzungu Sisters. Curiosamente, Tatiana eligió la suite contigua a la del antiguo rey español para recibir a sus clientas. En ella, la número 102, Alfonso XIII montó lo que en su día fue la sede temporal de su gobierno en el exilio.
En plena Semana de la Alta Costura de París, el tout de la sociedad y la moda ha visitado durante estos días Le Meurice para saludar a Tatiana y, de paso, comprar ropa y complementos de la marca étnica creada por la heredera de origen colombiano y su socia, la iraní Dana Alikhani. Desde Lauren Santo Domingo, fundadora de Moda Operandi y una de las mujeres más elegantes de Nueva York; hasta Sofía Achával de Montaigu, diseñadora y mujer del escritor Thibault de Montaigu (y heredero del legendario sello editorial Gallimard); pasando por Bianca Brandolini d’Adda y la princesa Olympia de Grecia; nadie quiso perderse el “pop-up store” de Muzungu Sisters.
Léon-Paul Fargue decía en los años 30 del siglo pasado que la clientela de los hoteles de París se dividía en tres categorías: “La mala, la buena y la del Meurice”. Tatiana Santo Domingo y sus amigas “it girls” nos han confirmado que las palabras del famoso poeta francés siguen tan vigentes como en la época de Alfonso XIII.