Céline Dion se ha consagrado como un auténtico icono de estilo. Después de convertirse en una de las más buscadas del 'front row' durante la pasada Semana de la Moda de Alta Costura de París, donde presumió de estilismos tan extravagantes y renovados como atrevidos y transgresores, la canadiense ha regresado a la capital francesa para descubrir las novedades que el sector 'Haute Couture' tiene preparadas para Primavera-Verano 2019. En esta ocasión, la cantante ha estado acompañada por el bailarín Pepe Muñoz, con el que mostró una gran complicidad durante el desfile del diseñador -y gran amigo de Dion- Alexandre Vauthier. Un show men el que no pararon de intercambiarse gestos de cariño.
No cabe duda de que la cantante de To Love You More y el artista español tienen en común su pasión por la moda. Además de disfrutar del espectáculo de Vauthier, Céline no dejó pasar por alto el evento parisino para demostrar que continúa estando a la última en materia de estilo. Tanto es así que, a pesar de que apostó por un look más discreto que en anteriores ocasiones, la diva de la canción no dejó indiferente a nadie con un juvenil y sofisticado mini vestido repleto de brillos con manga larga y pronunciado escote lágrima. Un modelo acertado pero que, sin embargo, hizo saltar todas las alarmas entre sus fans, preocupados por la extrema delgadez de la canadiense. La inquietud de los seguidores aumentó después de que el 'influencer' y director creativo Maxim Sapozhinov publicara un vídeo en Instagram con el que dejaba a la vista la nueva imagen de la cantante.
No obstante, Céline Dion parece permanecer ajena a todos estos rumores sobre su físico. La estrella ha recuperado la sonrisa gracias al bailarín, al que conoció de una forma totalmente espontánea cuando la asistente personal de la cantante propuso al que fuera profesor de Fama, ¡a bailar! trabajar junto a su equipo de bailarines. Una oferta que Muñoz aceptó y que unió de manera especial a los dos artistas, tanto dentro como fuera del escenario. A partir de ese momento, Pepe se ha convertido en una pieza fundamental en la vida de la intérprete de My Heart Will Go On, que ha conseguido superar sus momentos más difíciles: la muerte de su marido, el productor René Angélil, y la de su hermano Daniel, al que tuvo que decir adiós tan solo dos días después de despedirse de su esposo.