El contratiempo de 'La Casa de Papel' por culpa de su atrezo
La Fundación Gala-Salvador Dalí ha emprendido acciones legales por la utilización sin consentimiento de la imagen del pintor
Este miércoles se cumplía el 30 aniversario de la muerte de Salvador Dalí. Una fecha importante en el mundo del arte español, que sirvió para recordar algunas de las maravillosas obras del genio del surrealismo catalán. Tres décadas más tarde, la obra de Dalí está más viva que nunca. Y no solo por la importante labor que realiza la Fundación Gala-Salvador Dalí, creada por el propio pintor en 1983 con la intención de perpetuar y proteger su legado, también por 'culpa' de los creadores de La Casa de Papel.
La serie, producida por Atresmedia en colaboración con Vancouver Media para Antena 3, fue todo un éxito. Pero cuando Netflix la adquirió el fenómeno se hizo imparable. La ficción se centra en la historia de un grupo de atracadores que, vestidos con un mono de color rojo y una máscara con los característicos rasgos del pintor español, realizan el robo más grande de la Historia encerrados en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Gracias a la plataforma de contenido por suscripción, La Casa de Papel ha otorgado a sus protagonistas un importante reconocimiento internacional en forma de múltiples trabajos y premios. Algo que, de manera indirecta, también ha ocurrido con el nombre de Salvador Dalí, que en otras partes del mundo podría no ser tan conocido como en España. Pero la caricaturización del pintor y escultor vanguardista no ha sentado nada bien a la Fundación Gala-Salvador Dalí, que pretende que la serie deje de utilizar el rostro del pintor.
Según cuenta la propia fundación a El País, el motivo por el que han decidido emprender acciones legales no se debe "solo a un tema económico". La organización "tiene asignada la gestión en exclusiva por parte del Estado español de los derechos inmateriales derivados de la obra y de la persona de Salvador Dalí. Cualquier persona que desee ejercitar o explotar alguno de estos derechos debe contar con la autorización previa de la fundación. Y si la fundación tiene conocimiento de que estos derechos se han vulnerado, se intenta reconducir la situación, exigiendo que se regularicen los usos no autorizados", explican. No obstante, también aseguran que, desde que Netflix se hiciera con los derechos de la serie, "todo es más complicado".
Desde Atresmedia y Vancouver Producciones aseguran que la Fundación no les exigió ningún requerimiento para regular el uso de la máscara, que actualmente puede encontrarse a la venta en numerosos establecimientos y se ha convertido en un popular disfraz en carnavales y otras fiestas. La productora afirma, además, que cuando se planteó la idea de utilizar la máscara se preguntaron si era necesario pedir permiso, algo que finalmente se descartó tras haber sido asesorados por su equipo jurídico: "Nos dijeron que no era necesario al tratarse de una caricatura".
El rodaje de la tercera temporada de La Casa de Papel comenzó el pasado mes de noviembre. En Netflix prefieren no dar demasiados detalles, aunque remarcan que "la decisión de utilizar la máscara fue de los creadores con el apoyo del departamento jurídico".