La historia de superación que ha conmovido a los 'coaches' de 'La Voz'
La interpretación de una joven discapacitada ha conseguido poner en pie a todo el plató
Con tan solo unas semanas de emisión, esta está siendo una de las ediciones más emotivas de La Voz. Todavía en su fase de audiciones a ciegas, el 'talent show' no solo ha conseguido que Pablo López rompiera en llanto al escuchar una de sus propias canciones, sino que también ha tocado la fibra sensible de todos sus 'coachs' con una de sus últimas concursantes. Miriam Fernández, una joven discapacitada conseguía que el citado malagueño y sus compañeros, Antonio Orozco y Luis Fonsi, se dieran la vuelta a la vez al escucharla cantar el tema Con las ganas, de la cantante Zahara. Una sorpresa tan inesperada para ella como para ellos, que no podían imaginar que detrás de esa voz se encontrara todo un ejemplo de superación.
Procedente de Colmenar Viejo, localidad de la sierra de Madrid, no se trata de su primera vez en un plató de televisión, puesto que, en 2008, ya demostró todo su talento al ganar Tú sí que vales, espacio emitido por Telecinco. Once años después, todavía le quedaban ganas de demostrar que lo sigue haciendo. Pero, además de por sus dotes vocales e interpretativas, Miriam destaca por su humildad y su gran calidad humana. "No quiero dar ninguna pena, yo soy muy feliz", afirmaba en su vídeo de presentación. "No se puede decir que tengo una discapacidad porque yo soy así", aseguraba orgullosa de sí misma.
"Hay cosas que no podemos ver, pero uno siente y desde que empezaste a cantar había como una magia diferente en el plató. Tu voz tiene una fragilidad que dan ganas de cerrar los ojos y escuchar y enamorarte un poco más. Y esa imperfección es lo que nos enamora en La Voz. Te doy las gracias porque sin verte estaba enamorado. Escucharte fue muy bonito", se apresuró a decirle el autor de Despacito, visiblemente emocionado con lo que acababa de suceder, algo que no hizo otra cosa que incrementar al manifestar la madrileña la decisión de ir a su equipo.
"Esto es un regalo, no me cansaré de repetirlo" apuntaba tras la ovación recibida por el público tras su actuación. Incluso, se atrevió a dar un sabio consejo: "Dejad que vuestra sonrisa cambie el mundo, pero no dejéis que el mundo cambie vuestra sonrisa". Una preciosa frase que encierra un gran mensaje que hizo que todo el plató con los 'coaches' incluidos se pusieran en pie para aplaudirla. "Tienes una voz para cambiar el mundo, de verdad que sí", fue la sincera respuesta de Antonio Orozco.
“Yo le pedía a la vida emociones y se ha pasado. Todos los días pasan emociones fuertes y es lo bueno de la incertidumbre. Uno vive en un alambre yendo de un lado para otro, pero decide seguir; se engancha, tiene heridas, pero tira hacia delante. Yo estoy apuntado a eso: vivo en el alambre, vivo de la emoción”, fueron las palabras que, por su parte, le dedicó Pablo López.