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La complicada relación de Rihanna y su padre no parece mejorar, más bien lo contrario. La cantante ha demandado esta semana a su progenitor, Ronald Fenty, por utilizar desde 2017 la empresa Fenty Entertaiment para firmar contratos en nombre de la artista sin consentimiento de ésta. En la denuncia, presentada en la corte federal de Los Ángeles (California), la empresaria y artista destaca que, junto a otro hombre llamado Moses Perkins, el de barbados negoció, entre otras cosas, una gira de conciertos de su hija por Latinoamérica, por alrededor de 13 millones de euros, y dos conciertos en el Staples Center de Los Ángeles y T-Mobile Arena en Las Vegas, por 350.000 euros.
La intérprete de Umbrella deja claro que no tiene ninguna relación con esta empresa. "A pesar de que el señor Fenty es el padre de Rihanna, él no tiene y nunca tuvo autoridad para actuar en nombre de ella", han escrito sus abogados en unos documentos a los que ha tenido acceso el medio The Blast.
Además, revelan que Ronald Fenty afirmó dirigir las ofertas comerciales de la compañía discográfica de Rihanna, Roc Nation, fundada por el rapero y marido de Beyoncé, Jay-Z. En 2018, el padre de Rihanna ya intentó registrar 'Fenty' para una línea de hoteles boutique, pero la Oficina de Patentes y Marcas de EE. UU lo impidió. Cabe recordar que bajo ese apellido, la cantante ha creado un imperio de cosmética, así como varias colaboraciones de lencería y calzado deportivo.
La relación de Rihanna y su padre ha estado llena de altibajos. En varias ocasiones, la artista ha reconocido que durante su infancia tuvo que convivir con las diferentes adicciones de su progenitor y que llegó a presenciar cómo pegaba a su madre, Monica, que finalmente se divorció de Ronald cuando la intérprete de Work tenía catorce años. A pesar de que este verano la cantante se fotografiaba con él y se mostraban como una familia unida, parece que todo sigue igual.
