Con su mejor versión de Bohemian Rhapsody, conocida por ser una de las canciones más difíciles de interpretar, Cristina Ramos ha conseguido dejar sin palabras a uno de los jueces y profesionales de la música más famosos a nivel mundial: Simon Cowell. No solo a él, sino a todo el panel de jueces de Got Talent: The Champions, donde los mejores artistas del formato a nivel internacional se enfrentan para coronar al mejor de todos. Tras ganar la primera edición de Got Talent en España y La Voz México, esta artista canaria no se ha cansado todavía de arrasar con su impresionante voz y ha sido invitada a esta nueva versión del programa.
En su vídeo de presentación para este concurso en el que, además de Simon Cowell, Heidi Klum, Mel B y el humorista Howie Mandel actúan como jueces, Cristina explica que es su primera vez en Estados Unidos y que está exultante por estar ahí. Pese a sus dificultades con el lenguaje, esta canaria licenciada en Canto Conservatorio Profesional de Música sale al escenario dispuesta a arrasar y lo consigue, recibiendo buenas críticas por parte de los cuatro profesionales que la evalúan y "asustando" a sus competidores. "Tienes una voz espectacular, tu voz está fuera de lo normal", asegura el conocido agente de talentos británico. "Esto ha sido increíble, de verdad", añade sorprendido.
No solo el jurado se quedó atónito, también los fans, ya que Cristina fue la más votada de la noche y pasó directa a la final junto con el grupo Deadly Games, que hacen un número con cuchillos. Algunos seguidores del programa en YouTube incluso critican que Heidi Klum, que tenía el control sobre el botón dorado que hace pasar de fase a los concursantes, no lo pulsara para que Cristina siguiera en el concurso y sí para el grupo que hace lanzamientos de cuchillos.
En la final se enfrentarán con Susan Boyle, por ejemplo, la cantante que impresionó al mundo entero en 2009 cuando apareció en la versión británica de Got Talent y cantó I dreamed a dream. La semana pasada ella fue la receptora del ya mencionado botón dorado, que entonces estaba en posesión de Mel B.