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Irene Villa siempre regala una lección de vida cada vez que se pronuncia en público. Conocida por su entereza, positividad y serenidad a la hora de enfrentarse a las dificultades, ahora que ha anunciado su separación de su marido, Juan Pablo Lauro, tras siete años de matrimonio no iba a ser una excepción. En su columna de la revita Yo Donna, la escritora ha reflexionado sobre el momento que está viviendo, desde el cariño al padre de sus hijos y siempre con el foco puesto en el bienestar de los tres niños, Carlos, Gael y Eric.
“Mis tres hijos adoran y admiran a su padre y están encantados de que la custodia sea compartida”, ha afirmado Irene, que asegura que deja a sus hijos con su padre “con tranquilidad plena” una semana de cada dos y considera que es “un gran referente de sacrificio y esfuerzo” para los pequeños. “La semana que nos tocan los niños, ambos anteponemos disfrutarlos y cuidarlos a cualquier otra ocupación o hobby. ¡Ojalá esta fuera la prioridad de todos los hombres separados!”, ha señalado.
A pesar de que sus respectivas familias se han llevado un buen disgusto al conocer la noticia de su separación, Irene trata de poner el foco en el lado bueno de las cosas, como ella misma reconoce. “Jamás diría que mi matrimonio ha fracasado. ¡Estoy más que agradecida por haberlo puesto en mi camino! ¡Me ha dado los mejores años de mi vida y lo que más quiero!”, ha asegurado la psicóloga en las páginas de Yo Donna, donde ha insistido en que han formado “una familia increíble” que jamás se romperá.
Irene Villa anunció su separación el pasado 12 de diciembre en las páginas de la Revista ¡HOLA! después de diez años de relación, y siete de matrimonio. “Todo ha sido de mutuo acuerdo y no hay terceras personas. Hace un mes que firmamos los papeles de la separación, aunque aún está pendiente el divorcio” explica. Asegura además que sus respectivas familias están disgustadas. “Ha sido de mutuo acuerdo y sin dramas, pero nuestras familias se han llevado un gran disgusto porque no se lo esperaban... nadie se lo esperaba”, explicó.
A pesar de que han separado sus caminos, Irene y Juan Pablo, que son padres de tres hijos –Carlos, se seis años, Gael, de tres, y Eric, de dos-, mantienen una relación llena de cariño y amor. La autora de Nunca es Demasiado Tarde Princesa se casó con Juan Pablo Lauro en 2011 y juntos formaron la numerosa familia que habían soñado. El pasado año la pareja atravesó uno de sus momentos más difíciles, pues la periodista y psicóloga tuvo un embarazo ectópico que la obligó a entrar en quirófano para que le extirparan las trompas de Falopio. Con la misma valentía y espíritu de superación que presentó entonces afronta ahora este nuevo bache en su vida.
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