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Las obras de Almudena de Arteaga y del Alcázar están impregnadas de historia, de mujeres revolucionarias para su época, intrigas palaciegas y títulos nobiliarios. Detalles que bien podrían ser un claro reflejo de su vida. Suyos son los éxitos literarios La princesa de Éboli y La Beltraneja, el pecado oculto de Isabel la Católica. No es de extrañar que la escritora se haya decantado por este tipo de apasionantes narraciones, teniendo en cuenta el camino que ella misma ha recorrido hasta llevarla, hace pocas semanas, a convertirse en la nueva Duquesa del Infantado, una distinción que goza de Grandeza de España, la misma dignidad que acaba de estrenar su hija mayor, Almudena de Arteaga y Anchústegui al recibir, a sus 31 años, el título de marquesa de Santillana.
Esta semana, el Boletín Oficial de Estado hacía público y oficial el anuncio de la expedición del marquesado, una designación que ha heredado la hija de la escritora tras el fallecimiento de su abuelo, Íñigo de Arteaga y Martín, titular por cierto de una de las casas nobiliarias más importantes de todo el país, junto con los Alba o los Medinaceli. Madre e hija ostentan ya las distinciones que han heredado del que fuera duque del Infantado, un piloto que ejerció como comandante en Iberia y que poseía, entre otros bienes patrimoniales de gran calado histórico, el castillo de Manzanares el Real, en Madrid, o el palacio del Infantado, en Guadalajara.
Por su parte, la escritora Almudena de Arteaga heredó el ducado del Infantado de su padre hace pocas semanas. Tras el fallecimiento de Íñigo de Arteaga y Martín el pasado 9 de junio a los 76 años, la novelista e historiadora se puso manos a la obra para iniciar los trámites y ostentar no sólo el título principal de su casa, sino también los que a él van unidos: el condado de Corres, el condado de la Monclova, el condado del Real de Manzanares, el señorío de la Casa de Lazcano y la dignidad de Almirante de Aragón, el más antiguo de estas características en España. Lo hizo el pasado mes de septiembre y menos de tres meses después, el Ministerio de Justicia respondía favorablemente a sus solicitudes.
Ahora su hija suma también una nueva designación, al igual que su hermano Iván, que acaba de recibir el marquesado de Valmediano, heredado también de Íñigo de Arteaga y Martín. Cabe recordar que, uno de los hermanos de Almudena e Iván, llamado Íñigo como su padre, falleció en un trágico accidente de avioneta en octubre de 2012. Era gran amigo del rey Felipe y de ahí que el Monarca no quisiera faltar a su despedida. Acudió personalmente a dar el pésame a la familia y allí coincidió con Jaime de Marichalar, Luis Alfonso de Borbón, la infanta Margarita y María León, entre otros.
Emotivo funeral en memoria de Íñigo de Arteaga, hijo del duque del Infantado, en Toledo
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