Álex Lequio, la risa ante todo
La revista ¡HOLA! de esta semana te ofrece, en exclusiva, las palabras del hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio
Álex Lequio cuenta esta semana en las páginas de la revista ¡HOLA! cómo se enfrenta al cáncer, que le diagnosticaron el pasado mes de marzo, con humor y sin drama. El hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio nos recibe junto a sus padres en su Navidad más especial, en la residencia de la intérprete en Madrid.
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Y, en tu caso, el humor, ¿qué importancia tiene?
Es que, en mi caso, eso es como preguntarle a un pez qué importancia tiene nadar. Yo siempre estoy feliz, sonriendo. Riéndome.
¿Recuerdas alguna anécdota, en especial, que ocurriera esos días y recuerdes con cariño?
Déjame que piense... Te voy a contar una muy divertida. Mi madre y yo compartimos el gen del despiste, en eso somos los dos iguales. Bueno, pues un día estábamos sentados en la consulta, en Nueva Jersey, esperando que me llamasen y oímos un nombre que sonaba parecido al mío. Mi madre me dijo: “¡Eres tú! ¡Tira para allá!”. Y allí que fuimos los dos. Una señora con su identificación, muy amable, nos acompañó por el hospital –ahí son todos muy respetuosos, no te hacen preguntas-... En fin, me pesan, me toman la tensión, la temperatura... y todo esto se mezcla con un intercambio de miradas raras entre esta persona que nos acompañaba y la gente del hospital.
Yo notaba que había algo raro, pero no sabía qué era, hasta que nos pasan a una habitación y entra el médico. Entonces, se sienta, me saluda y me dice: “Hemos visto que en la pared vaginal...”. Yo lo miro, pienso: “Te has confundido, hermano, esto no es así”. Entonces, miro a mi madre, mi madre me mira a mí y otra vez el doctor vuelve a repetir no sé qué de mi vagina. Y ya le digo: “Disculpe, señor, yo no tengo vagina. Yo tengo miembro”. El médico consulta la ficha y me dice: “¿Pero usted no es Alejandra Lequina?”. “No –le digo-, yo me llamo Alejandro Lequio”. Empieza él a disculparse: “Perdóneme, por favor, vuelva a la sala de espera, ¡cuánto lo siento!”. Y mi madre, roja, y claro, yo riéndome de ella: “¡Oye, mamá, que tienes una hija!”.
Ya te queda poco para terminar el tratamiento, ¿verdad?
Espero que sí, aunque eso nunca se sabe. Esta es una enfermedad en la que, siendo realistas, desconoces las idas y venidas y lo que te queda es tomarte cada día como si fuera el último –que creo que es una filosofía de vida que podría aplicarse mucha gente- y esperar lo mejor posible. En mi caso, me quedan diez años de supervisión. Así que dentro de diez años espero poder sentarme aquí contigo otra vez. Si no, os daré la dirección para que me mandéis unas florecitas... de p. madre.
Álex comenta en la entrevista que su agencia, Polar Marketing, ha celebrado, desde hace cuatro años, un evento solidario para recaudar fondos para diferentes causas y que este año será para la Fundación Caico Ayuda y Cooperación al Cáncer Infantil. "La segunda semana de enero, en el último piso del centro comercial Zielo, de Pozuelo, haremos un mercadillo solidario con varios stands en los que habrá una celebrity, que venderá los productos de las marcas que han querido colaborar" comenta.
Exclusiva en ¡HOLA!, Álex Lequio nos cuenta cómo se enfrenta al cáncer con humor y sin drama
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