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No son tiempos fáciles para la familia Matamoros. Desde que Kiko Matamoros y Makoke anunciaran su ruptura el pasado mes de agosto, después de más de dos décadas de relación, el cruce de acusaciones entre el colaborador de Sálvame y la que fuera azafata del Telecupón no ha tenido fin. Una de las personas que ha vivido con más intensidad esta separación ha sido la única hija en común del matrimonio, Ana Matamoros. Ahora, con la llegada de una de las épocas más emotivas y familiares del año, la Navidad, se enfrenta a unas vacaciones complicadas. Pese a todo, la joven, que vive en Milán cursando sus estudios en 'Fashion Business & Communication & New Media', ha viajado hasta Madrid para disfrutar a lo grande con sus familiares y amigos.
Como experta en redes sociales que aspira a ser, la hija de la exconcursante de GH VIP 6 no ha dudado en compartir con sus miles de seguidores cómo está viviendo sus primeros días en la capital. Tal y como revela en los Stories publicados en su perfil de Instagram, la madrileña ha disfrutado de un día de compras con su inseparable amiga Marina Romero, novia de su hermano Javier Tudela. Las jóvenes se han desplazado hasta un centro comercial de la capital, donde han realizado las compras propias de estas fechas. "Creo que se me da genial ir a comprar regalos y acabar comprando de todo menos regalos", reconoce la 'youtuber' rodeada de bolsas y sin dejar de lado su habitual sentido del humor.
Después de un día intenso y de demostrar que cuenta con un enorme espíritu navideño, la joven aparece en el sofá de su casa, visiblemente agotada y deseando poner fin a la jornada. Sin embargo, un plan de última hora que no ha podido rechazar ha obligado a Ana Matamoros a volver a salir de casa y ocupar el asiento de piloto del coche. La misteriosa cita era en un restaurante de Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde ha disfrutado de platos tan tradicionales como croquetas y calamares acompañada por algunas de las personas de su círculo más cercano, como su madre Makoke.
Hace apenas unos días, aprovechando su escapada navideña a la capital, Ana se ha reencontrado con su padre, Kiko Matamoros. Padre e hija celebraron una comida en la que hablaron de la polémica que rodea al colaborador desde su ruptura con Makoke. "Ha sido una alegría enorme poder sentarme a comer con mi hija, hablar con ella y conocer su punto de vista acerca de todo lo que ha sucedido. Ha sido más mi miedo el que me ha sumido en algunas dudas que otra cosa...", explicó en Sálvame el madrileño, quien aseguró estar muy contento. "Me ha leído la cartilla, pero no solo a mí. Ella tiene su parecer acerca de la intervención de los dos en este tema. Me ha parecido que tiene una posición objetiva y muy madura", continuó el tertuliano, quien parece haber vuelto a recuperar la sonrisa gracias al acercamiento con su hija.
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