)
Durante diez años, siete de matrimonio, Irene Villa y Juan Pablo Lauro han vivido una preciosa historia de amor, que, ahora, inesperadamente, llega a su final, tal y como cuenta la propia Irene en las páginas de la revista ¡HOLA! de esta semana, donde anuncia su separación. “Todo ha sido de mutuo acuerdo y no hay terceras personas. Hace un mes que firmamos los papeles de la separación, aunque aún está pendiente el divorcio” explica. Asegura además que sus respectivas familias están disgustadas. “Ha sido de mutuo acuerdo y sin dramas, pero nuestras familias se han llevado un gran disgusto porque no se lo esperaban... nadie se lo esperaba”.
SI QUIERES LEER EL REPORTAJE COMPLETO, CONSIGUE LA REVISTA A PARTIR DEL MIÉRCOLES EN EL QUIOSCO O DESCÁRGATELA AQUÍ A PARTIR DEL VIERNES
A pesar de que han separado sus caminos, Irene y Juan Pablo, que son padres de tres hijos –Carlos, se seis años, Gael, de tres, y Eric, de dos-, mantienen una relación llena de cariño y amor. “No siento que mi matrimonio haya fracasado, porque tengo a tres hijos maravillosos y a un compañero de vida para siempre” cuenta, señalando que tomaron la decisión este pasado verano. No cierra las puertas a una reconciliación en el futuro. “No es una decisión cerrada, que la vida da muchas vueltas y quién sabe si algún día volvemos donde lo dejamos”. Las declaraciones de Irene las podrás encontrar en las páginas de la revista ¡HOLA! de esta semana, a la venta ya en tu quiosco habitual.
LA REVISTA ¡HOLA! YA ESTÁ A LA VENTA EN TU QUIOSCO HABITUAL
Irene Villa, que ha sido durante años todo un ejemplo de coraje y valentía, se casó con Juan Pablo Lauro en 2011 y juntos formaron la numerosa familia que habían soñado. El pasado año la pareja atravesó uno de sus momentos más difíciles, pues la periodista y psicóloga tuvo un embarazo ectópico que la obligó a entrar en quirófano para que le extirparan las trompas de Falopio. Ella misma compartió con sus seguidores estos complicados instantes dando un gran ejemplo de positividad y superación. “La vida la puedes ver como una tragedia, una condena o una lucha que nunca llega la recompensa o como un regalo maravilloso, una oportunidad de crecer. Fue la lección que me dio mi madre, hija, tenemos dos opciones y con eso me he quedado” dijo entonces.
)
)
)
)
)
)
)
)
)
