El verano de 2018 ha sido de lo más agitado en el mundo del fútbol. Tras muchas especulaciones, dimes y diretes, Cristiano Ronaldo anunciaba que dejaba el Real Madrid, el club con el que ha brillado, con el que ha conseguido muchos de sus grandes trofeos deportivos y donde se convirtió en un ídolo global. La marcha del astro del balón a la Juventus de Turín coincidió con unas idílicas vacaciones por Grecia donde estuvo acompañado de su novia, Georgina Rodríguez y sus hijos, Cristiano Ronaldo JR., los mellizos Eva y Mateo y la pequeña Alana Martina, que ya tiene un año. En muchas ocasiones, la modelo oscense, de 24 años, ya había expresado que su felicidad pasaba por estar junto al hombre que ama y por eso nunca se opuso a hacer las maletas por amor. Juntos y en compañía de su gran familia hicieron la mudanza y dijeron adiós a Madrid, la ciudad que vio nacer su amor. La marcha de nuestro país de una de las parejas más mediáticas del mundo del fútbol ha supuesto, sin duda alguna, el fin de una época.
El desembarco de la pareja, y de la familia, en Italia se hizo por todo lo alto y ante una gran expectación en el aeropuerto de Caselle, a donde viajaron a bordo de su avión privado. Luciendo bronceado, su particular estilo y recibidos como estrellas, Cristiano y Georgina paralizaron durante unos días la capital de la región del Piamonte. Mientras el delantero hacía las delicias de los muchos aficionados del equipo blanquinero, la española se convertía en la otra gran estrella de la presentación oficial de su chico. La prensa local pronto la calificó como una “Cenicienta moderna” y una “supermamma” a la conquista de Italia. Lo cierto es que la adaptación de los Ronaldo- Rodríguez no ha podido ser mejor ni más rápida. Y todo después del Mundial de Rusia, que obligó a la selección del jugador, la de Portugal, a tener que abandonar la competición antes de lo previsto y eso que partía como una de las favoritas. CR7 arrancó el Campeonato del Mundo con tres golazos frente a La Roja, pero finlamente el sueño de poder tener entre sus manos el ansiado trofeo se esfumó.
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Ella se convirtió en una hincha de la Juventus y ha acudido en varias ocasiones al Allianz Stadium para ver a su novio en acción defendiendo los nuevos colores de su camiseta. Igual que hacía en el palco del Santiago Bernabéu. Georgina ha apoyado al jugador tanto en vivo y en directo como desde casa o a través de las redes sociales demostrando, que es el mejor sostén del portugués.
Estando en uno de los países donde la moda es casi considerada como una religión, la pareja se ha apuntado a las últimas tendencias y hemos visto la faceta más trendy de Georgina. Vestida con las grandes firmas del país como Versace o Prada y de otras grandes casas internacionales de alta costura como Balmain, la modelo nos ha deleitado con sus looks más arriesgados y a la última, demostrando que ya ha hecho suyo el afamado estilo italiano. Pero si hay un momento de su nueva vida lejos de nuestro país, en el que la novia del delantero acaparó todas las miradas ese fue el Festival de Venecia donde llegó como una estrella y posó para los fotógrafos como nunca antes la habíamos visto, derrochando glamour.
En las que serán sus primeras Navidades a la italiana, la pareja también se ha visto envuelta, en estas últimas semanas del año, de los rumores que apuntan a que podrían pasar por el altar. A mediados de noviembre la de Jaca veía cumplido uno de sus sueños gracias a su pareja, al presenciar un espectáculo de ballet clásico en la Royal Opera House de Londres, tras lo cual disfrutaron de una cena en el exclusivo restaurante Zela, perteneciente al grupo Mabel Capital, del que Cristiano es socio junto a Enrique Iglesias, Rada Nadal y Pau Gasol. Medios portugueses como el Correio da Manha apuntaron que este viaje, en el que estuvieron acompañados por Cristiano Ronaldo Jr., habría sido aprovechado por el jugador para pedirle matrimonio, tras dos años de relación, a Georgina. Una hipótesis que cobra fuerza para el rotativo del país vecino que además apuntó a que ambos lucieron esa noche el mismo anillo de diamantes y platino en el dedo anular de su mano izquierda. De confirmarse la feliz noticia de su boda, supondría el broche de oro perfecto a su relación que salió a la luz a finales de noviembre de 2016 cuando la revista ¡HOLA! descubrió al nuevo amor del deportista con unas fotografías en las que los dos aparecen en una actitud muy cariñosa durante un viaje que realizaron a Disneyland Paris. Antes, la pareja ya había disfrutado de una cena para dos en un conocido restaurante de Madrid.