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La cuenta atrás ha comenzado. La gran final de Gran Hermano VIP 2018 está prevista para el próximo jueves 20 de diciembre y la tensión por ver quién se llevará el preciado maletín puede palparse en el ambiente. Anoche, durante el último Debate de GH VIP 6, los colaboradores no pudieron evitar convertir el tema de los dos primeros finalistas de esta edición (Suso y Asraf) en uno de los asuntos principales de la velada, preguntándose si realmente son dignos merecedores de haber llegado tan lejos en el concurso.
Verdeliss, que regresó al programa de Sandra Barneda para defender a sus amigos Koala y Miriam Saavedra, no dudó en afirmar que sus compañeros habían luchado y merecían un puesto en la final. Algo que no gustó a Ángel Garó, con quien protagonizó un intenso momento que terminó con la salida del cómico del programa. "Llevátelos a tu casa y que eduquen a tus hijos, que le transmitan sus valores", decía duramente Garó a la youtuber navarra. "Si esto es todo lo que me puedes querer, quiéreme menos", respondía ella.
Pero el momento álgido de la noche no había llegado todavía. La prueba de la semana en la casa de Guadalix de la Sierra consistía en versionar algunas de las escenas de la mítica película protagonizada por John Travolta y Olivia Newton John, Grease, algo que los concursantes hicieron con bastante gracia y éxito provocando que 'la fiesta' que habían logrado montar dentro de la casa se trasladase al plató de Telecinco. Tony Spina, último expulsado del reality, y Makoke, realizaron su propio 'remake' del tema You're the one that I want. Sin embargo, fueron Sandra Barneda y Nagore Robles, las que terminaron llevándose todo el protagonismo.
Sandra y Nagore mantienen una discreta relación desde hace aproximadamente dos años y medio. No suelen realizar excesivas apariciones públicas juntas y, aunque en redes sociales sí que se dedican alguna que otra muestra de cariño, esto tampoco es habitual. Pero anoche, la pareja, que fue retada a realizar uno de los bailes de la película, no pudo contener la emoción del momento y terminó dándose algún que otro beso.
Además, en la que está siendo la primera semana de Mónica Hoyos como nominada, la realización del programa quiso que los colaboradores jugasen durante toda la noche desde plató a 'El porcentaje justo', en honor al programa El Precio Justo, en el que la peruana trabajó a finales de los noventa como azafata y donde conoció a su ex Carlos Lozano. Una vez llegó la hora de conocer los resultados, el asombro fue inmenso tanto dentro como fuera de la casa. La audiencia parece tenerlo claro, 73’8%, 15’8% y 10’4%, y Mónica también, pues se atribuyó el porcentaje más alto, segura de que se convertirá en la próxima expulsada. Ante esta situación, Miriam Saavedra, su eterna enemiga, quiso limar sus asperezas con ella, llegándole incluso a pedir un abrazo, algo a lo que Mónica se negó: "Si quieres darme un abrazo me lo pides el lunes por la mañana, no es necesario que hagamos esto en directo".
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