Javier Fernández (Madrid, 1991), medallista de bronce olímpico, dos veces campeón del mundo y en seis ocasiones de Europa, se retirará tras el Campeonato de Europa de patinaje artístico que tendrá lugar en Bielorrusia del 21 al 27 de enero de 2019. Así lo ha confirmado el deportista este miércoles 28 de noviembre en el acto de celebración del 40 aniversario de la Constitución Española organizado por ABC.
El propio Javier ha compartido un vídeo en sus redes sociales agradeciendo el apoyo que está recibiendo tras el anuncio de su retirada. Así mismo ha querido "tranquilizar" a sus seguidores afirmando que "hay Javier para rato". Lo cierto es que el deportista no colgará los patines definitivamente, pues se dedicará al patinaje de forma profesional llevando a cabo espectáculos como Revolution on ice cuyo objetivo es popularizar el patinaje en España . "El patinaje me ha dado todo. Es mi profesión y quiero que también sea mi futuro, quiero seguir aportando, no como un competidor pero sí como una persona dedicada al deporte", dijo en el acto de este miércoles.
Con un tono de tristeza en la voz, Javier Fernández confesaba que debía reflexionar sobre el nivel de competición al que se quiere someter. ""Cuando se acaba tu carrera deportiva no tienes nada, estás solo. Mi cuerpo o mi mente ya no llega... Tengo que aceptarlo", declaraba. De esta forma, la última gran competición de Fernández será el Campeonato de Europa en Bielorrusia, donde intentará sumar su séptimo título continental consecutivo tras los de 2013, 2014, 2015, 2016, 2017 y 2018. Además en el palmarés de Javier Fernández figura el histórico bronce olímpico en PyeongChang del pasado 17 de febrero, así como los dos campeonatos del mundo que ganó en 2015 y 2016.
La retirada de Javier Férnandez llega después de que el madrileño haya cumplido su sueño de convertirse en referente mundial del patinaje. Cuando tan solo era un niño, el deportista abandonó su Majadahonda natal para instalarse en el Centro de Tecnificación de deportes de Invierno (CETDI) en Jaca y comenzar a forjar su carrera como patinador. De ahí se trasladó a Andorra, donde el ex patinador ruso Nikolai Morozov, le ofreció irse con él a Estados Unidos y darse una oportunidad en el deporte. Fue una etapa dura en la que Javier y su familia tuvieron que poner todo de su parte para una aventura de dudoso futuro que acabó siendo todo un éxito. De Estados Unidos viajó a Canadá y allí comenzó a convertirse en lo que es hoy; una leyenda del patinaje. Se retira tras haberse proclamado medallista olímpico, dos veces campeón del mundo, seis veces campeón de Europa y, sobre todo, tras haberle dado un hueco al patinaje en el panorama del deporte español.