La actriz Elena Rivera, la inolvidable Karina de Cuéntame cómo pasó, ha querido despedirse de la serie, que tanta popularidad le ha dado, con una carta de lo más emotiva que ha enviado a HOLA.com y que se titula Un adiós de la mano. La intérprete se suma así a la marcha de Ricardo Gómez, Carlos en la mítica ficción de TVE. Este jueves será la última vez que veamos a los actores en la serie. La pasada primavera, Ricardo, de 24 años, anunció su marcha voluntaria del ya famoso barrio de San Genero, algo que provocó una auténtica revolución entre los seguidores de Cuéntame cómo pasó. La protagonista de La Verdad llegó a la serie en 2005, con 13 años, y ha sido Karina durante otros trece.
Un adiós de la mano
Por Elena Rivera
El día que todo empezó para mí en 'Cuéntame', canté. En una sala de oficina anodina, delante de una cámara, canté. Tenía 12 años.
Mis padres aguardaban al otro lado de la puerta, sin saber si les iba a hacer pasar uno de los mayores ridículos de su vida. A la espera de que acabara mi 'casting', no tenían ni idea de lo que yo podía estar haciendo dentro de esa habitación, en aquellas instalaciones del Grupo Ganga, la productora de la serie que, en aquel 2005, era la serie de moda: 'Cuéntame cómo pasó'. Me dijeron que si quería cantar, que cantase… y canté. Desde pequeña, para mí la vida es como una gran rapsodia.
Habíamos viajado expresamente desde Zaragoza para hacer una prueba que, a la postre, me cambió la vida. Mis padres no tenían ni la más remota idea de cómo me había preparado el 'casting', fue algo que quise hacer en la intimidad los días previos. Todavía hoy me sorprendo de la madurez con la que afronté esa situación y de la confianza ciega que mis padres depositaron en mí. Pero lo cierto es que ellos siempre han confiado en mí. Son el cimiento de todo cuanto he construido y la fuerza para afrontar lo que esté por venir.
Después de aquella hubo otra prueba más. La definitiva, en plató. En San Genaro. Y allí ya estaba él, la misma persona que me ha acompañado en estos más de 13 años en 'Cuéntame cómo pasó'; y la misma persona que agarraba mi mano en nuestro último día de rodaje en la serie: Ricardo Gómez. Con él he caminado de la mano. Y nos vamos, igual: de la mano.
Echo la vista atrás para intentar poder decir adiós, en unas líneas, a una serie que para mí supone toda una etapa de mi vida. En 'Cuéntame' he crecido como actriz, he tenido maestras de la interpretación como Alicia Hermida que me han enseñado a amar este maravilloso oficio por encima de sus venenosos atractivos. En 'Cuéntame' he caminado rodeada de los mejores profesionales del sector, desde actores increíbles como María Galiana, Imanol Arias, Ana Duato, Juan Echanove, Pedro Casablanc… hasta miembros de un equipo técnico que sienta cátedra con cada episodio.
Pero en 'Cuéntame' también he crecido como persona. Me llevo conmigo a grandes amigos (Pablo, Pili…) que me acompañarán ahora fuera de ese plató. Me llevo las alegrías de los buenos momentos, el aprendizaje de las decepciones que haya habido en estos años y me llevo el saber que ahí tengo una segunda casa.
Y de 'Cuéntame' me llevo a Ricardo, un compañero con el que he hecho el viaje más importante de mi vida profesional y con el que he podido crear un vínculo que trasciende la pantalla. Un compañero con el que puedo adivinar, con tan solo una mirada, lo que está pensando, lo que está sintiendo. Un compañero junto al que he crecido y al que, en cierto modo, desde siempre he intentado proteger. En este mundillo tan competitivo y tan lleno de caretas, el talento se vuelve frágil; se torna centro de muchas envidias e intereses… y Ricardo desbordó talento desde pequeñito. Rompe el plano con su verdad. Si 'Cuéntame' es la serie icónica que ha llegado a ser es, en gran medida, por la mirada inocente de ese niño que es ya uno de los mejores actores de su generación.
Por eso, en ese último día de grabaciones, él era la única persona, prácticamente, que sabía que yo también me iba. Que aquello también era un final para mí, para Karina. Por eso me agarró la mano. Por eso me abrazó. Por eso nos cruzamos miradas que rasgaban el silencio.
Así que mi adiós fue un adiós silencioso. Porque creo que así debía ser. En mi día a día procuro ser una persona sencilla, profesional, generosa con mis compañeros y honesta. Y así he querido que sea mi adiós a esta serie, de la que también me llevo a su público. El que me para por la calle, el que me dice que me ha visto crecer, el que me habla por redes sociales, el que se siente identificado con mi personaje. Esas personas en cuyo rostro veo reflejada la emoción al hablar de esta serie. Gracias por vuestras palabras. Gracias por haber estado ahí todos estos años. Si lo que hacemos delante de las cámaras cobra sentido es por todas esas millones de personas que han seguido 'Cuéntame' desde sus comienzos, en España y buena parte del mundo.
Ahora ya solo nos queda un capítulo. Un último capítulo. Un último jueves. El final de Carlos. El final de Karina. Si los personajes acabarán juntos o separados es algo que el espectador tendrá que descubrir. Yo me marcho tranquila y con la satisfacción de saber que ese último capítulo quedará para la historia. Al menos para nuestra historia personal; la de Ricardo y la mía. La de dos compañeros que nos queremos, que nos respetamos, que nos admiramos y que hemos ido de la mano hasta el final.
El final de una etapa personal y profesional. Pero también el inicio de una nueva aventura. En eso consiste la vida. Hasta siempre, 'Cuéntame'.