La fabulosa boda del rey de Malasia con Miss Moscú
La modelo, de 25 años, se convirtió al islam para casarse con el jefe de Estado de Malasia
La vida de Oksana Voevodina, ganadora del certamen de Miss Moscú en 2015, ha dado un giro radical desde que el amor llamó a su puerta en forma de un sultán del sudeste asiático. La joven de 25 años se ha casado con Mohamed V, de 49 años, sultán de Kelantan y rey de Malasia, en una ceremonia por todo lo alto celebrada en una sala de conciertos a las afueras de la capital rusa. La fiesta incorporó las tradiciones nupciales de Rusia, pero tampoco faltaron los ritos y costumbres malayos, según informa el diario británico Daily Mail. Antes de contraer matrimonio, la modelo ha tenido que convertirse al islam adoptando el nombre de Rihana, religión mayoritaria del país.
El enlace fue una sorpresa para los ciudadanos malayos, que aun así no han dejado de felicitar y mandar buenos deseos a la pareja a través de las redes sociales cuando algunos de los asistentes compartieron fotos de la ceremonia a través de Twitter. El novio llevaba el traje tradicional malayo, mientras que la rusa, a pesar de casarse por el rito musulmán, iba espectacular con un vestido blanco al estilo de las bodas ortodoxas. En el banquete, los invitados disfrutaron de un menú halal y no se sirvió alcohol como mandan los preceptos mahometanos.
Aunque es un misterio la manera en la que se conocieron e iniciaron su relación, la prensa en Malasia cree que fue el año pasado. Oksana, que desarrolló buena parte de su carrera como modelo en China y Tailandia, estudiaba empresariales en la universidad cuando decidió dar a su vida un cambio radical y convertirse en la primera dama de Malasia.
En abril de este año abandonó todas sus cuentas de las redes sociales, en las que era muy activa y compartía habitualmente sus posados. Antes de tomar esta decisión poco se sabía de ella, tan solo que era aficionada al ciclismo y que le gustaban los hombres “competidores”.
Mohamed V, sultán de Kelantan, accedió al Trono en 2016 tras una ceremonia de coronación fastuosa llena de ostentosidad y dagas reales, que consiste en venerar el Corán para después, tomar juramento sobre un trono de oro. Es un ritual centenario al que asisten más de un millar de personas en el que el Monarca se compromete a gobernar “de manera justa para sostener la fe islámica y asegurar un gobierno justo”. La peculiaridad es que Malasia es una monarquía constitucional rotatoria, es decir, que mientras que los sultanatos –hay nueve en el país- sí son hereditarios, cada cinco años un consejo de sabios consensuan en una reunión secreta quién llevará la corona. Así, el mandato del sultán de Kelantan finalizará en 2021.