La Navidad ha llegado al hogar de Iker Casillas y Sara Carbonero. El matrimonio ha aprovechado el fin de semana para poner el árbol junto a sus hijos, Martín y Lucas, de cuatro y dos años, respectivamente. Ha sido la periodista la encargada de compartir en sus redes sociales todo el proceso de decoración, tomándose con un humor uno de los momentos más complicados: desenredar el cable de las luces. "Dicen que no conoces realmente a una persona hasta que no la ves desenredar las luces de Navidad", ha publicado en su Stories de Instagram. Pero todo esfuerzo tiene su recompensa y la estrella ya corona el abeto de la familia.
Iker y Sara se preparan para vivir unas nuevas Navidades en Oporto, ciudad a la que llegaron en julio de 2015 tras el fichaje deportivo del portero y en la que cada día son más felices. “Cuando llego a Madrid siempre pienso qué bonito es, las calles, el clima, la gente, pero de momento no está prevista la vuelta, así que disfrutaré allí", comentó la periodista en una de sus últimas visitas a España. El matrimonio suele pasar la primera parte de las vacaciones en sus respectivos pueblos y regresar a Oporto para fin de año y Reyes. "Mis hijos están muy adaptados a Oporto, que es una ciudad maravillosa para vivir con niños, por su dimensión, por tener el mar cerca de casa... es una suerte. Ellos están felices. Martín llegó con un año y Lucas, aunque nació en Madrid, ha vivido siempre allí", añadió.
Sara ha hecho un alto en su carrera profesional para dedicarse por completo a su familia y no descarta volver a ser madre. "Me gustaría tener el tercero, no sé si ahora o cuando venga", confesó. "Lucas es muy chiquitín, así que no me daría pereza, además Martín ya es más independiente y me dejaría tiempo para un bebé", explicó.
Mientras tanto, la periodista, de 34 años, seguirá disfrutando de sus dos hijos, de los que ha hablado así en alguna ocasión. "Lucas es un niño muy despierto y activo, siempre está repitiendo lo que hace su hermano mayor. Supongo que es lo que tiene ser el segundo. Su llegada a casa ha sido una locura, porque ha revolucionado todo, pero lo digo en el buen sentido. Estamos encantados con los dos", manifestó. "Puede que Martín se parezca más a mí que Lucas, pero, a medida que va creciendo, le voy encontrando más parecido con Iker", contó.