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María Teresa Campos ha visitado la casa de Bertín Osborne, pero esta vez no se iba a someter a las preguntas del anfitrión como es habitual en el programa, sino que sentada en el sofá del jardín, fue la malagueña la que entrevistó a Bertín, que dejó ver su lado más sensible recordando algunos de los momentos más duros de su vida, como la muerte de su madre y de su primer hijo o la enfermedad de su hijo Quique. Además de emotividad, la conversación también dejo espacio para anécdotas de lo más curiosas, en especial, cuando María Teresa habló sobre las costumbres de su pareja, Edmundo Arrocet, como que le gusta dormir sobre un colchón en el suelo o que apenas come carne, tan solo conejo.
“Le gusta dormir con el colchón en el suelo porque dice que es bueno para la espalda”, explicó la matriarca de las Campos, que se sentaba con Bertín solo dos semanas después de que lo hicieran sus hijas Terelu Campos y Carmen Borrego. Según la presentadora, el chileno tiene muchas manías respecto a la salud. “Domina muchas cosas, pero en temas de salud y de comida yo lo digo que no se puede ser así”. El humorista ha sido vegetariano durante 25 años, aunque Arévalo, que también ha participado en el programa junto a la hija de Bertín, Alejandra Osborne, recordó que su mejor le engañaba y el ofrecía paellas de arroz negro asegurándole que no llevaba carne de ningún tipo. Ahora que ha tenido que adaptarse a las costumbres culinarias de las Campos, María Teresa contó que “le ha dado con que la carne más buena es el conejo”.
Antes de sentarse a la mesa a disfrutar de la paella que preparó Arévalo, Bertín Osborne recordó algunos de los episodios más dramáticos de su vida. “A toda mi familia nos han venido golpes a destiempo y fuera de la lógica razonable”, confesó el cantante en referencia al fallecimiento de su madre a los 60 años y posteriormente de su primer hijo. “Murió mi primer hijo y salvaron a mi penúltimo hijo”, recordó. Quiqué, fruto de su matrimonio con Fabiola Martínez, nació con lesión cerebral, y hace casi dos meses fue operado con éxito de las piernas. “Hay muchos niños como el mío, a mi hijo lo considero una bendición y Fabiola igual”, aseguró Bertín.
En el momento de la comida, se unieron a Alejandra Osborne y Arévalo, que fue el encargado de la paella, y la conversación se volvió más distendida. Los cuatro recordaron la amistad que y también la visita de las dos hijas de María Teresa en la que evidenciaron los constantes ‘piques’ que caracterizan a su relación. Además, bromearon con Arévalo sobre la posibilidad de buscarle una novia. “Me gustan rubias y luego sin más pretensión que formar una pareja y divertirnos”, señalaba el valenciano que insistió en que a pesar de no tener “la altura de otros”, tiene unas grandes dotes culinarias, y para prueba, el éxito de sus paellas.
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