Cayetano Martínez de Irujo y Alfonso Diez recuerdan a la Duquesa de Alba en un funeral con importantes ausencias
El hijo de doña Cayetana, acompañado de su pareja, Bárbara Mirján, y de sus hijos, Luis y Amina, ha acudido a la misa en memoria de su madre en Sevilla a la que también ha asistido, entre otros, Alfonso Diez, su viudo
Hace ya cuatro años del fallecimiento de Cayetana Fitz-James Stuart, Duquesa de Alba. La aristócrata dejó un recuerdo imborrable en su familia, en sus amigos y en Sevilla, ciudad por la que tenía verdadera predilección. Es en la capital hispalense donde descansan parte de sus restos y es allí, en su querida Hermandad del Cristo de los Gitanos, donde este martes se ha celebrado una misa por el cuarto aniversario de la muerte una de sus hermanas más ilustres. El servicio religioso ha sido oficiado por el sacerdote Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, gran amigo de la familia Alba, confesor personal de la difunta Cayetana y el encargado de casar, el pasado 6 de octubre, a Fernando Fitz- James Stuart con Sofía Palazuelo en el Palacio de Liria de Madrid.
Una tarde, sin duda, cargada de sentimientos en la que solo se vio a uno de sus hijos Cayetano Martínez de Irujo, que acudió acompañado de su pareja, Bárbara Mirjan, y de sus hijos, Luis y Amina. Tampoco faltó su viudo, Alfonso Diez, así como otras muchas personas que han querido homenajear a la Duquesa en una fecha tan señalada, como su gran amiga Carmen Tello, del brazo de su marido, Curro Romero, y los diseñadores Victorio y Lucchino, autores del vestido de novia que la Duquesa lució en su boda con Alfonso. Entre las ausencias más destacadas se encontraban las del resto de sus hijos: el Duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, Eugenia, Fernando,Jacobo y Alfonso, así como algunos de sus nietos.
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Horas antes de la misa en memoria de doña Cayetana, su hija, la Duquesa de Montoro, ha querido recordarla con una fotografía mítica en la que aparece junto a Jackeline Kennedy en la plaza de toros de Sevilla. La instantánea, historia de este país, fue tomada durante la Feria de Abril de 1966 desde el tendido 2 de la Maestranza y en la que les acompañan Luis Martínez de Irujo, su marido por aquel entonces, Aline Griffith, la condesa viuda de Romanones, Casilda de Silva, marquesa de Santa Cruz, y el jurista y político Antonio Garrigues Walker.
Desde el año pasado, el santuario de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de las Angustias Coronada, más conocido como la iglesia del Cristo de los Gitanos, cuenta con un monumento a la memoria de la aritócrata, que como ya contó Cayetano Martínez de Irujo, precursor de este mausoleo, a la revista ¡HOLA! se trata de una “preciosa” escultura en forma oval del escultor José Antonio Arteaga y que se sufragó con la aportación económica de miembros de la cofradía, amigos y familiares, además de los ingresos recogidos en dos cuentas que se abrieron para recaudar fondos.
El Cristo de los Gitanos es una hermandad que está fuertemente ligada a la Casa de Alba. Esta vinculación es especialmente patente durante la Semana Santa, donde los miembros de esta cofradía hacen la llamada en el Palacio de las Dueñas durante la Madrugá sevillana. Durante el recorrido de su procesión paran en la puerta de esta residencia y, antes con la Duquesa y ahora con el Duque, hacen la llamada de la imagen después de que el hermano mayor diga unas bonitas palabras en las que siempre se recuerda a doña Cayetana.
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