El periodista, académico y expresidente del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, y la empresaria rumana Mihaela Mihalcia celebraron su boda el pasado 22 de septiembre. Tal y como puede verse en el número de la revista ¡HOLA! de la semana pasada, la pareja, que se conoció hace cuatro años, quiso sellar su relación con una celebración muy íntima, ante solo 70 invitados, y en el interior de la vivienda que comparten en una urbanización de las afueras de Madrid. La ceremonia matrimonial se ofició por el rito ortodoxo rumano, religión que profesa la que ya es la esposa del que fuera director-fundador del diario El País. Mihaela, a la que sus allegados llaman Miki, es graduada en Economía del Turismo y dueña, junto con unos socios, de la empresa Fablain, dedicada a la moda masculina.
En su gran día estaba radiante con una creación de Anna Campbell, una joven diseñadora australiana internacionalmente conocida por sus vestidos nupciales de inspiración vintage y bohemia. La novia escogió un diseño atemporal, palabra de honor de escote corazón y de línea sirena, realizado en dupión de seda y revestido de encaje de guipur floral. Sobre su melena rubia, un velo de tul ribeteado de encaje y una delicada tiara, y en sus manos, un ramo de orquídeas blancas.
Más de la mitad de los invitados eran familiares de los contrayentes, entre ellos, los hijos, nietos y hermanos de Juan Luis Cebrián, así como la hija de Mihaela y su madre, su hermana y el marido de ésta. También asistieron amigos de la novia llegados desde Bucarest y Japón. Entre los asistentes también figuraban el periodista Antonio Navalón (que fue el padrino civil del enlace) y su mujer, Carla; el productor y empresario José Manuel Lorenzo y su mujer, Olga; el abogado Javier Cremades y su mujer, Arantxa Calvo Sotelo, así como Ion Vilcu y su mujer, Flori, que fueron los padrinos religiosos. Vilcu fue embajador de Rumanía en España, Argentina y México, y actualmente es director general en la Organización Mundial del Turismo, agencia de Naciones Unidas con sede en Madrid. Tras la ceremonia, se ofreció una cena que fue servida por Mario Sandoval, chef del restaurante Coque, que tiene dos estrellas Michelin. La fiesta, cuya iluminación y atrezo corrió a cargo de Ink (Oscar Escaño), contó con las actuaciones de un mariachi, una orquesta y un disc-jockey.