Un año más por estas fechas, el tradicional Rastrillo Nuevo Futuro ha abierto sus puertas con el fin de recaudar fondos para ayudar a los niños necesitados. Como viene siendo habitual un gran número de rostros conocidos del panorama nacional se han ofrecido como voluntarios con el fin de colaborar en esta noble causa promovida por la Infanta Pilar de Borbón y que este año celebra su edición número 50. Así, uno de los primeros en dejarse ver por el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid ha sido Francisco Rivera, quien no ha tardado en ponerse el delantal y ejercer como camarero de uno de los puestos allí instalados, una actividad que lleva realizando con la mejor de sus sonrisas desde mucho tiempo atrás.
"Yo sé perfectamente lo que es Nuevo Futuro; cuando visitas las casas, ves lo que hacen y cómo cuidan a los niños es algo que, moralmente, te obliga a estar aquí. Es una labor increíble y encomiable. Así que si te dan la oportunidad de colaborar con tu granito de arena para una tarea tan importante y necesaria hay que estar todos los años con toda la ilusión del mundo. Cuando ves que existe una necesidad es algo que te sensibiliza mucho", explicaba el torero a los medios allí congregados.
Junto a él también se encontraba su esposa, Lourdes Montes, quien presumía de su avanzado estado de gestación. El segundo hijo de la pareja es un bebé muy deseado, que vendrá al mundo a principios de 2019 y llevará el nombre de Francisco. No obstante, tal y como él mismo confesó, al diestro ya se le empieza a hacer larga la espera: "Estamos con muchas ganas de verle la cara y cogerle. El embarazo se hace muy largo".
Pero ellos no fueron los únicos que no quisieron faltar a esta cita solidaria. Otros nombres tan importantes del mundo del toreo como Óscar Higares, Miguel Abellán, Israel Lancho o 'El Fundi' también se pusieron manos a la obra sirviendo mesas, involucrándose de pleno con la causa. Asimismo, el piloto Fonsi Nieto o Gloria Camila Ortega fueron otras de las celebridades que se sumaron a este particular plantel de camareros.
Como no podía ser de otra forma, el flamenco y las sevillanas pusieron la banda sonora a una velada tan taurina. Así, uno de los momentos más divertidos de la noche llegó cuando algunos de los matadores, como Abellán o el propio Francisco, se subieron al escenario para amenizar la cena a los asistentes.