El último Límite 48 horas de Gran Hermano VIP tuvo la vida de Makoke como uno de los temas principales. La malagueña aceptó enfrentarse en directo a su particular esquema de vida y, a pesar de ser una persona muy conocida, consiguió sorprender desvelando algunos datos de su pasado y su faceta más personal. Nacida en Málaga, lo primero que quiso destacar la que fuera azafata del Telecupón fue el agradecimiento eterno que siente hacia sus padres y sus cinco hermanas. Con su familia asegura que vivió una infancia y una adolescencia tan normal como feliz y que, a fecha de hoy, siguen siendo el pilar de su estabilidad.
Como era de esperar, para la colaboradora hay dos momentos cumbre y tienen nombre propio, ya que son los nacimientos de Javier Tudela en 1993 y de Anita Matamoros en 2000 los que considera los dos momentos más felices de su vida. Por el contrario, la pérdida de su padre en 2008 supuso su bache más duro, confirmándose con estos tres datos lo importante que es el entorno familiar para ella. Su historia de amor y desamor con Kiko Matamoros ocupó gran parte de su recorrido. Aunque había estado casada previamente, Makoke insistió varias veces durante su explicación en que Kiko había sido y será el gran amor de su vida. La pareja se conoció en 1998 y, aunque la concursante se encontraba saliendo de su anterior relación, el amor surgió entre ellos.
La sonrisa permanente de la tertuliana mientras llamaba a Kiko "el gran amor de mi vida" hizo que Jorge Javier interviniese en su discurso preguntándole si esperaba encontrar otro amor igual. La respuesta de la madre de Anita Matamoros fue clara: "Yo espero que sí, me gusta estar enamorada, soy muy cariñosa y no tengo miedo a la soledad, pero me gusta compartir, siempre he tenido pareja (...) pero vamos a darle tiempo al tiempo".
Tras estas palabras, en las que se confesaba abierta al amor, no dudó en desgranar algunos de los momentos claves de su historia: "Cuando nos conocimos fuimos muy felices y toqué la felicidad plena, pero fue una relación complicada por agentes externos a nosotros dos. Después de nacer nuestra hija siguieron las complicaciones en mi matrimonio y, con el paso de los años, fuimos yendo hacia abajo a pesar de querernos mucho. En 2009 tuve mi primera separación de Kiko y ya nunca volvimos a estar tan bien como al principio. En 2014 nos separamos por segunda vez y en esa etapa lo pasé mucho peor, aunque fue más breve".
Finalmente, Makoke llegó prácticamente a la actualidad, sin saber, pero intuyendo que su expareja podía estar sentada en el plató -como efectivamente estaba ocurriendo-. "En 2016 retomamos la relación y nos casamos, intentando volver a tener lo que tuvimos, pero nunca llegó. Nunca volvió a ser así, pero por su parte, no por la mía. Yo he puesto toda la carne en el asador, pero nunca volvimos a lo que tuvimos antes de 2009". Además, la exmujer de Kiko relató cómo se había precipitado el fin de su relación. "En agosto de este año yo tuve una enorme decepción, sobre todo porque sabía que no había marcha atrás y que estaba cerrando el capitulo más bonito de mi vida y que era para siempre. Estábamos en Málaga y le llamé y le dije que no quería volver a verlo. Y ya no le he vuelto a ver. Le di todo el mes de agosto para que saliera de mi vida ya que yo me quedé con mi familia para que él fuera sacando sus cosas, aunque ahora no sé si está viviendo en mi casa".
Dado que el aludido se encontraba en plató, Jorge Javier le preguntó a lo que Kiko Matamoros respondió que, aunque seguía yendo a usar el gimnasio, estaba viviendo en un hotel. El presentador no dudó en transmitir la información a la protagonista de la noche, que aprovechó para mandar un beso a su expareja.