Gloria Camila habla de sus complejos y revela que sufrió ansiedad y depresión

A través de su videoblog, Gloria Camila ha querido abrirse a sus seguidores y revelar sus miedos y complejos, así como algunas vivencias de su pasado. De hecho, la hija de José Ortega Cano ha confesado en su canal de Mtmad que antes de participar en Supervivientes sufrió una fuerte depresión. "Pasé una época muy mala de mi vida, todo lo que yo sufría lo sufría mi cuerpo, fueron como muchos golpes que me vinieron con 18 años. Entonces comía, tenía mucha ansiedad y depresión. Esa ansiedad que tenía hacía que comiese a todas horas. También bebía mucho alcohol, no era consciente del daño que le estaba haciendo a mi cuerpo. En solo unos meses engordé 10 kilos de golpe", ha revelado. 

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Precisamente el cambio de peso que sufrió en aquella época le hizo adquirir un complejo físico. "Me acomplejé bastante con engordar. Siempre he sido de constitución delgada, un palillo. No me afectaba estar hinchada o más gordita, era pasar de una talla a otra. Me agobiaba ver que no era yo. No me veía bien, no me veía guapa, no me sentía cómoda. Me pintaba demasiado para verme guapa, era un cuerpo que no sabía controlar porque tampoco ponía remedio", ha admitido.

"No sabía qué hacer. Probé mil dietas, mil cosas, pero era tal la ansiedad y depresión que tenía... He ido a psicólogos. Fue una de las razones por la que fui a Supervivientes, quería despejarme, quitarme todo lo malo. Formatear mi vida, mi mente. Esa ansiedad y depresión ya no la tengo, ahora estoy bien, pero intento comer bien", ha añadido destacando además que todo lo que se ve en las redes sociales no es tan bonito como puede parecer. 

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Además del peso, Gloria Camila también admitía otros pequeños complejos, así como vivencias que vivió durante la infancia. "Recuerdo que estando en clase de inglés uno de los niños me llamó 'black'. Yo reconozco que de pequeña era un conguito y no sé porqué en aquella época me lo tomé muy mal y vi en esa palabra un insulto. Me afectó demasiado"

Sin embargo, sus verdaderos miedos poco tienen que ver con lo físico. "Tengo miedo a decepcionar a la gente que confía en mí, también a perder a esas personas. Mi mayor miedo es perder a mi padre y a mis hermanos. Tengo miedo a fallarles y a perderles, no soy consciente de que algún día no estaré con ellos. El día que me pase, que ojalá no sea pronto, no sé qué voy a hacer".