Gloria Ortega atraviesa un gran momento personal y profesional. A pesar de las desavenencias que la familia Ortega-Jurado, sigue manteniendo con Rocío Carrasco, la hija de Rocío Jurado y José Ortega Cano disfruta de todo lo bueno que le está dando la vida. Su relación con Kiko Jiménez, la boda de su padre… momentos muy especiales que se unen a su cada vez más prolífera y exitosa carrera como 'influencer', donde ahora triunfa con su canal de Mtmad en solitario, Inmenso by Gloria Camila. Precisamente en esta plataforma, la joven ha querido sincerarse con sus 'followers' y hablar de sus miedos, complejos y del peor momento de su vida. "Todos tenemos días tristes, en los que no te apetece hacer nada. Somos humanos, nadie es perfecto. En las redes sociales solo mostramos lo bonito y a mí hoy solo me apetece llorar, así que voy a hablar sobre mis complejos y mis miedos", comienza diciendo.
"Aunque a veces diga que es importante que no te afecte lo que piensen o digan los demás de ti, soy la primera que luego tiene complejos. Decirlo es muy fácil. Intentar que no te influya no tanto", añade mientras revela lo mucho que le preocupó durante un tiempo su apariencia física: "Hace unos años, cuando tenía 18-19, me acomplejé bastante con mi peso. Siempre he tenido una constitución delgada, he sido un palillo, muy delgadita, pero pasé por un momento muy malo que me afectó bastante y no sabía cómo encaminar mi vida. Creo que sabéis de qué os hablo".
"Fueron muchos golpes que me vinieron de repente y yo no sabía cómo reaccionar, ni cómo afrontarlos", explica refiriéndose a la peor época de su vida, en la que tuvo que hacer frente a la ausencia de su padre, por encontrarse en prisión, y a los problemas de adición y múltiples ingresos hospitalarios de su hermano José Fernando. "Mi cuerpo era mi escudo. Comía muchísimo, tenía mucha ansiedad, me agobiaba muy rápido, estaba muy triste. Comía a todas horas y los fines de semana bebía muchísimo para despejarme, sin ser consciente de todo el daño que le estaba haciendo a mi cuerpo. En dos meses engordé 10 kilos".
Este aumento repentino de peso se unió al resto de problemas por los que estaba atravesando e hizo que la joven, que ahora tiene 22 años, sufriese una profunda depresión. "Me agobiaba ver que no era yo, que no era mi cuerpo. Me vestía y no veía guapa, no me sentía cómoda. Era psicológico todo. Estaba en un cuerpo que no sabía controlar, y no podía parar. Probé mil dietas, pero era tal la ansiedad, agobio y depresión… He ido a psicólogos, he hecho reiki, he hablado con amigos, mi familia… Y no paraba".
La hija pequeña de Rocío Jurado entró en un bucle del que no era capaz de salir. Por eso, un día, decidió poner solución a sus problemas y entrar en Supervivientes, programa que le ayudó a encontrarse a sí misma y recuperar la estabilidad emocional y física que tanto anhelaba. "Quería despejarme, quitarme todo lo malo que tenía. Formatearme entera, mi vida y mi mente. Me vino genial porque perdí 10 kilos. Cuando volví seguí adelgazando hasta volver a mi peso".
Y aunque ahora Gloria haya conseguido recuperar el equilibrio y tomado las riendas de su vida, reconoce que estuvo bastante "obsesionada" con su problema de peso. Una situación a la que no quiere regresar y por la que intenta cuidarse. "Ahora intento cuidarme porque me veo mucho mejor así. Fue una etapa muy mala a la que no me gustaría volver". Dieta equilibrada y algo de ejercicio son sus mejores armas, aunque, sobre todo los fines de semana, siga pegándose sus "atracones".