El gesto con el que el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier ayudó a curar la enfermedad de su esposa
Existe una razón por la que este mandatario, que se encuentra de visita oficial en nuestro país estos días, decidió aparcar su carrera política en el año 2010
Este miércoles, los reyes Felipe y Letizia recibían en el Palacio Real al presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y a su esposa, la jueza Elke Bündenbender, quienes estos días visitan de manera oficial nuestro país. Aquí han protagonizado varios actos de índole político, económico y cultural y han recorrido distintos puntos de la geografía española como la comunidad autónoma de Extremadura. El mandatario ha participado, además, en la sesión de clausura del foro Hispano-Alemán junto a Felipe VI y ha inaugurado una exposición en el Museo Thyssen-Bornemisza, en la que también ha estado presente la baronesa Thyssen, así como su hijo Borja y la mujer de éste, Blanca Cuesta.
La visita oficial de Frank-Walter Steinmeier ha vuelto a poner de relieve el romántico y altruista gesto que tuvo el presidente de la República Federal alemana para con su esposa hace ahora ocho años. Fue en 2010, un año después de que el político del Partido Socialdemócrata se enfrentara a Angela Merkel como candidato a canciller, cuando se produjo una noticia que causó una auténtica conmoción en el país: Frank-Walter Steinmeier se retiraba, de manera provisional, de la política activa. el presidente alemán lo tenía claro: para él su prioridad era su esposa, y la mayoría de los ciudadanos comprendieron y apoyaron su decisión, que llegó a copar los titulares de los principales medios de comunicación del país.
Los motivos que llevaron al dirigente a aparcar su profesión de manera temporal tenían que ver con la salud de su esposa: Elke Bündenbender padecía una enfermedad renal degenerativa y necesitaba, urgentemente, un trasplante de riñón. Ni corto ni perezoso, Fran-Walter Steinmeier se ofreció voluntario para donarle el órgano a Elke. Así, se sometió a una intervención quirúrgica en el mes de agosto de ese mismo año, justo cuando el político lideraba el grupo parlamentario del SPD (partido socialdemócrata).
"La donación no es un gesto heroico ni un regalo para mi esposa. Si lo fuera, sería un regalo para los dos, para poder tener más tiempo para estar juntos", explicó el presidente alemán al anunciar su decisión a través de la televisión. Dos meses después, Steinmeier retomó su profesión y recuperó su escaño en el Parlamento, mientras su esposa hacía lo propio en el Tribunal Administrativo de Berlín, puesto para el que recientemente solicitó una excedencia, a fin de ejercer como primera dama a tiempo completo. Nacida en 1962, Elke Büdenbender se formó en derecho en la Universidad Justus Liebig en Giessen y, tras trabajar como vendedora en una empresa de logística, pudo ejercer como juez en el Tribunal Administrativo de Hannover una vez que aprobó los pertinentes exámenes.
Un día antes de dejarse ver en el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid junto a la baronesa Thyssen, el matrimonio compartía un almuerzo en el Palacio Real, ofrecido por los reyes Felipe y Letizia. Fran-Walter Steinmeier también viajaba a Extremadura para reunirse con el presidente autonómico, Guillermo Fernández Vara y visitaba un parque tecnológico y una escuela de hostelería de la zona.