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Tiene una agenda de lo más apretada pues, aunque ha terminado el rodaje de El árbol de la sangre, le espera la nueva temporada de La casa de papel. Úrsula Corberó tiene tiempo además de hacer deporte, ir a clases de inglés... ¡una actividad intensa! Está en un momento profesional dulce pues este último proyecto es como un sueño cumplido: además de trabajar a las órdenes de Julio Medem, coincide con su buen amigo y que fue además su compañero de colegio, Álvaro Cervantes. “Álvaro y yo no habíamos coincidido nunca y con este peliculón...” comentó la actriz en el estreno de la cinta, sobre lo especial que es este título para ella.
Su novio Chino Darín tiene también muchos proyectos pendientes de estreno, el próximo 31 de octubre por ejemplo, la cinta El ángel llega a las pantallas españolas. ¿Cómo lleva Úrsula la distancia que en ocasiones les separa debido al trabajo? “Llevamos bien la distancia, bueno, con mis días, porque le quiero mucho y es una persona que me suma en la vida, a la que admiro y que me da mucha alegría.... que amo” comentó con una sonrisa. “A la vez es importante tener la oportunidad, me siento afortunada de poder echar de menos a mi pareja, de no tener una rutina, una relación monótona... es bonito” añadió. “Hay que intentar ver la parte positiva de todo” apuntó.
Le preguntaron si le gustaría trabajar con su novio en algún proyecto y ella respondió que cómo iba a decir que no. “Me encantaría trabajar con él, sería un placer” aseguró. Con respecto a si han pensado en formalizar o no su relación en el futuro, la intérprete contó que no es algo en lo que haya pensado. “No estoy focalizada en esto, dentro de un año igual me apetece un montón o te digo que no me quiero casar. No lo sé” añadió con simpatía. La pareja atraviesa una etapa dulce como se desprende de su reciente aparición en el festival de cine de San Sebastián o de la publicación que hizo Úrsula en redes, donde pone “te amo” junto a una imagen de Chino cuando era niño.
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